No puedes volver a casa
'Zona fronteriza' es una excelente muestra del 'nordic noir' que triunfa en el mundo de las series de televisión
7 abril, 2018 00:00Gracias a sus paisajes grises y fríos, que se convierten en un personaje más de la trama, los nórdicos han conseguido un sello propio a la hora de plantear sus series policiales. Fuera del ámbito anglosajón, que llevaba años ejerciendo el monopolio del thriller en cuanto a credibilidad, el denominado nordic noir ha logrado imponer su presencia, no solo en el terreno audiovisual, sino también en el literario. Cuentan con buenos guionistas y buenos actores, y ya nos hemos acostumbrado todos al tono ligeramente moroso, que no aburrido, de sus producciones televisivas, que hasta llegan a representar un descanso ante esa tendencia norteamericana a lo trepidante.
Zona fronteriza, mini serie noruega de ocho capítulos colgada en Netflix, es un buen ejemplo de ese nordic noir, aunque el título de esta columna se lo haya pedido prestado a Thomas Wolfe.
Excelente muestra de 'nordic noir'
Nikolai, un inspector de Oslo, decide tomarse unos días libres para escapar al ambiente opresivo que reina en la comisaría --ha detenido por corrupto a un compañero muy querido en general, al que responsabiliza de la muerte de una confidente que es también la hermana de su novio, un abogado de la capital-- y regresa a su pueblo natal, donde su padre, ya jubilado, fue el jefe de la policía local y su hermano menor forma también parte de ella. Nikolai pensaba que la principal desgracia que le iba a caer sería la habitual: escuchar a su padre, que no sabe que es homosexual, preguntándole cuándo piensa tener hijos. Pero las cosas se complican cuando aparece colgado de un árbol el cadáver de un conocido borracho del pueblo que era amigo de su hermano, un viudo triste con dos hijos a su cargo. Parece un suicidio, pero enseguida queda claro que estamos hablando de un asesinato. Los días de asueto se convierten para Nikolai en una nueva investigación que acabará desvelando historias muy turbias que afectan a su familia más cercana y que algo tienen que ver con el caso que le llevó a abandonar Oslo temporalmente.
No me molesto en dar nombres de actores, directores y guionistas porque en España no los conoce ni su padre, pero todos cumplen a la perfección con su labor, haciendo de Zona fronteriza una excelente muestra de ese nordic noir que ya lleva unos cuantos años alegrando la vida de los amantes del género.