@cronicaglobal
Janet Sanz, teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad de Barcelona, apunta en la buena dirección preocupándose porque un espacio público quede libre de elementos privados.
No obstante, se equivoca, y mucho, impidiendo a los comerciantes colocar bolardos de protección. El ayuntamiento debería ofrecer una solución a los problemas de seguridad del Paseo de Gràcia o, cuanto menos, dialogar y no rechazar los permisos y quedarse en esa negativa. La seguridad de los negocios está en juego en un momento muy duro para todo el comercio. Incluso el de lujo.