Cuando se habla de puentes colgantes, a la mayoría de las personas les viene a la cabeza la imagen del Golden Gate de San Francisco (Estados Unidos), dado que es el más famoso del mundo. Sin embargo, cuando se habla de los que son peatonales, la primera imagen suele estar relacionada con el mundo del cine, como el de Indiana Jones al salir del Templo Maldito.
No obstante, los hay mucho más impresionantes y largos en el mundo --y mucho más seguros que el que cruzaba el arqueólogo--. De hecho, en Portugal están a punto de inaugurar el que batirá todos los récords. Se trata del 516 Arouca que, como su propio nombre indica, tendrá una longitud de 516 metros.
El puente peatonal más largo del mundo
La nueva construcción, situada en el Geoparque de Arouca --perteneciente a la Red Global de Geoparques de la Unesco--, se va a encaramar a lo más alto de una clasificación que cuenta con algunas de las estructuras más emocionantes para ser recorridas por el ser humano.
El puente más largo del mundo: el 516 Arouca / NATIONAL GEOGRAPHIC
En este caso, el 516 Arouca se ha construido con una tela metálica que permitirá a los viandantes observar el cañón creado por el río Paiva, que discurre 175 metros más abajo en un pasaje de gran belleza natural. Así pues, el puente se convertirá en un atractivo turístico para la zona, uniéndose a la cremallera peatonal que forman los senderos de madera conocidos como Passadiços do Paiva.
60 centímetros de ancho en Suiza
El puente portugués desbancará al Charles Kuonen o Europabruecke (Puente de Europa) suizo en esta clasificación, después de que este puente colgante situado entre Grächen y Zermatt se convirtiera recientemente en el más largo del mundo.
Su pasarela mide 60 centímetros de anchura, se extiende 494 metros y se encuentra a una altura máxima de 85 metros sobre el valle alpino. Lo mejor de transitarlo no solo es la emoción de caminar por un lugar tan estrecho a tanta altura, sino hacerlo por un paisaje sobrecogedor en el que destaca el famoso pico Matterhorn, todo un símbolo en Suiza. Eso sí, es de dos sentidos, con lo que el momento de cruzarse con otro caminante resulta aún más impresionante.
Sobre una presa alemana
El Charles Kuonen superó al que por entonces era el puente colgante más largo, situado sobre la presa de mayor altura de Alemania: la presa de Rappbode. Su nombre es Titan-RT y se caracteriza por su longitud de 457 metros.
Además, la pasarela está formada por una rejilla, para que su tránsito sea más espectacular para el caminante, que se desplazará por sus 120 centímetros de ancho y estará protegido por una barandilla de 130 centímetros de altura. Cabe señalar que, desde este puente, también es posible saltar en el péndulo llamado GigaSwing, de manera que se experimenta una caída libre para disfrutar de su posterior balanceo.
Todo cristal en China
Pero lo más impresionante para el visitante es caminar por sus planchas transparentes que dejan a la vista los 300 metros que lo separan del suelo. Por lo tanto, no es adecuado para quienes tengan vértigo, ya que la sensación será estar caminando por el aire. A todo esto se une el hecho de que conecta dos de las montañas características de esta zona del país, las cuales forman un paisaje inolvidable.
Más puentes
Además de estos, que no solo son los más largos sino que también ofrecen experiencias inolvidables, en el mundo hay muchos otros puentes colgantes que merece la pena visitar. Uno de ellos es el Kokonoe Yume, en Japón, con 390 metros de longitud y una altura de 173 metros.
A este hay que sumarle el puente colgante sobre el río Capilano en Vancouver, en Canadá, el puente de Trift de Gadmen --al que se llega en teleférico para recorrer el glaciar de Trift--, en Suiza, o el Peak Walk en el Oberland bernés, también en Suiza.