Los monumentos que Gaudí construyó para el Conde Güell
El Condado y el modernismo están ligados gracias a figuras como la del arquitecto catalán
2 agosto, 2019 12:37El Parque Güell o el Palacio de Güell, son algunas de las obras más reconocidas de Antoni Gaudí, artista por antonomasia del modernismo catalán. Es común ver el término ‘Güell’ en bastantes creaciones del arquitecto. No está relacionado con ninguna zona concreta de Barcelona, ni con ninguna variante artística, sino que se trata de un apellido que hace referencia a un condado.
El Condado de Güell fue fundado por el rey Alfonso XIII, a principios del siglo XX. Eusebio Güell y Bacigalupi fue el primer titular del mismo. Actualmente es propiedad de Juan Manuel Güell y Martos, después de que el título nobiliario volviera a rehabilitarse en 1965. El significado de poder que conlleva poseer un condado se vio reflejado en las numerosas edificaciones que Eusebio encargó a Antoni Gaudí. He aquí alguna de las más emblemáticas.
Cripta de la Colonia Güell
Fue construida entre 1898 y 1914 en Santa Coloma de Cervelló (Barcelona). El objetivo de esta construcción era satisfacer las necesidades religiosas de aquellas personas que se encontraban trabajando en la Colonia Güell. La obra está inacabada y el propio Gaudí afirmó que la cripta sirvió como escenario de pruebas para la obra que posteriormente desarrollaría en la Sagrada Familia.
El modernismo siempre encarnó la idea de unir arte con naturaleza. Esta obra de Gaudí pertenece a su etapa más naturalista, donde se busca un mayor grado de inspiración en las formas geométricas que tratan de imitar a la naturaleza. Esta serie de características están reflejadas en las columnas, arcos y bóvedas de la basílica.
Palacio Güell
Este edificio está situado en el Carrer Nou de la Rambla, pleno centro de Barcelona. Gaudí puso mucho empeño en realizar este encargo, ya que fue uno de los primeros proyectos en los que embarcaba. Francesc Berenguer, uno de sus ayudantes más cercanos, colaboró en la construcción de esta edificación.
Las obras se llevaron a cabo entre los años 1886 y 1890. El conjunto arquitectónico revela la concepción más orientalista de Gaudí, inspirado en motivos ornamentales del arte islámico así como el Próximo y Lejano Oriente. Como dato curioso, cabe destacar la importancia del azulejo cerámico, muy presente en la decoración del palacio.