Florentino Pérez tropieza en la reforma del Bernabéu

Florentino Pérez tropieza en la reforma del Bernabéu

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Florentino Pérez tropieza con la reforma del Bernabéu

El Real Madrid necesita otro inversor que financie la remodelación de su estadio después de la ruptura con IPIC y perder 400 millones de euros

16 diciembre, 2017 00:00

Hay un sueño que a Florentino Pérez se le ha resistido por encima de cualquier otro: reformar el Santiago Bernabéu para convertirlo en un centro de negocios. El Real Madrid lo tenía todo hecho: cerró un acuerdo en octubre de 2014 con IPIC (International Petroleum Investment Company), un fondo de inversión perteneciente al Gobierno del Emirato de Abu Dabi propietario de Cepsa, que financiaría con 400 millones de euros la remodelación a cambio de los naming rights durante 10 o 15 temporadas.

IPIC Bernabéu o Cepsa Bernabéu se barajaban como las dos opciones para dar nombre al coliseo blanco. Pero cuando todo estaba hecho el acuerdo se rompió este otoño. No el proyecto, que sigue en marcha, con Florentino Pérez negociando con varias multinacionales la remodelación del coliseo para elegir patrocinador.

Romper de forma unilateral

La compañía emiratí esgrime que ha roto el acuerdo porque el contrato incluía una cláusula según la cual podía renunciar a financiar el nuevo estadio si se producía alguna modificación importante en el proyecto de reforma. IPIC se acoge a esta cláusula porque el plan inicial de 2012, que incluía el uso de suelo público para la construcción de un hotel y un centro comercial con acceso desde el paseo de la Castellana, fue anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) en febrero de 2015, por lo que la firma entiende que sale perjudicada con la operación.

Gracias a una modificación del Plan General de Urbanismo (el proyecto contaba con la aprobación del Ayuntamiento de Madrid), el consistorio cedía al club 12.250 metros cuadrados de suelo público en el lateral de la Castellana para levantar un centro de ocio anexo al estadio. A cambio, el Real Madrid entregaba el centro comercial La Esquina del Bernabéu con el fin de que se convirtiera en un parque público, así como otra serie de terrenos y un desembolso económico para compensar al consistorio.

Recursos contra la operación

Ecologistas en Acción y la familia Ruiz-Villar presentaron recursos contra la operación por causas distintas. La organización ecologista lo hizo porque se basaba en la normativa de la Comisión Europea que prohíbe la concesión de ayudas públicas a los clubes de fútbol y los Ruiz-Villar, porque el terreno que se iba a ceder al club blanco les fue expropiado en su día. El TSJM falló a favor de ambos recursos, por lo que el proyecto tuvo que ser revisado.

Vista general de la reforma prevista del Santiago Bernabeu

Vista general de la reforma prevista del Santiago Bernabeu

Aspecto simulado del Santiago Bernabéu una vez reformado

Debido a las dificultades, Florentino Pérez decidió negociar directamente con el ayuntamiento y aunque consiguió que la alcaldesa, Manuela Carmena, autorizase las obras en octubre de 2016, se vio forzado a renunciar a la ampliación de los metros edificables y al uso de suelo público para la construcción del hotel y de la zona comercial.

Si bien estas son las razones a las que se acoge IPIC, los motivos reales podrían ser otros. El fondo de Abu Dabi, que se fusionó en enero de 2017 con Mubadala Development (otro fondo emiratí) para crear una nueva compañía que cuenta con unos activos de unos 105.000 millones de euros, está pasando por problemas económicos debido a la caída de los precios del petróleo que han generado un agujero en el sector energético.

En octubre de 2014, el precio del petróleo se cotizaba a 100 dólares el barril, mientras que ahora lo hace a 60 dólares. Esta circunstancia ha llevado a la compañía a vender parte de su capital y de sus activos petroquímicos para obtener liquidez.

Se buscan petrodólares

Una vez roto el acuerdo con IPIC (ahora, Mubadala Investment Company), el empresario blanco sigue mirando hacia el Golfo Pérsico en busca de un nuevo inversor, consciente de que la liga española es un escaparate para las marcas asiáticas. De hecho, el club tiene un contrato de patrocinio con Emirates Airlines, aerolínea con sede en Dubái, a razón de 125 millones de euros brutos al año, hasta junio de 2018. En el continente asiático también tiene un acuerdo con Hankook, el fabricante surcoreano de neumáticos, que se extiende hasta el final de la temporada 2018-19.

Florentino Pérez tiene buenos contactos en Oriente Medio, donde hace negocios vinculados tanto con el Real Madrid como con ACS, la constructora española de la que es propietario. Ampliar su presencia en dicha región es una de las estrategias de expansión de la marca, donde en enero de 2016 realizó una de sus mayores inversiones, al construir una desalinizadora de agua de mar en Emiratos Árabes Unidos, un proyecto estimado en casi 180 millones de euros.

El presidente de la constructora ACS, Florentino Pérez / CG

El presidente de la constructora ACS, Florentino Pérez / CG

Florentino Pérez es dueño de la constructora ACS / CG

Ese mismo año, en Doha (Qatar), el club abrió su primera tienda oficial. Hace apenas unas semanas, los blancos inauguraron una segunda tienda oficial en el centro comercial de Gulf Mall de la misma ciudad, quizá pensando en el mundial de fútbol que se celebrará en Qatar en 2022. Dubái también cuenta con el primer Café Real Madrid desde 2014, cuya fórmula se pretende exportar a Estados Unidos y América Latina. 

Obras más destacadas

La remodelación del estadio, en caso de encontrar financiación, se llevará a cabo por el equipo de arquitectos GMP Architekten y L35. Entre las novedades más destacadas se encuentra la cubierta retráctil, que elevará en 12 metros la altura del recinto deportivo y la reutilización de la zona de las oficinas corporativas, dejando libre un espacio de 8.000 metros cuadrados (las oficinas se trasladarían a la Ciudad Deportiva de Valdebebas). Por otro lado, el centro comercial La Esquina del Bernabéu dará lugar a una gran plaza de 10.000 metros cuadrados.

Antes de ello, Florentino Pérez necesita encontrar un inversor que ponga los 400 millones de euros que cuesta la obra y que espera encontrar antes de que finalice la temporada de fútbol 2017-18. El tiempo, por eso, corre hasta para el presidente.