Cuarenta trabajadores frenan el último y mayor pelotazo urbanístico de Barcelona. El personal del polideportivo Marina Besòs de Sant Adrià brega por conservar sus puestos de trabajo. Sin quererlo, los empleados han congelado con su lucha la intervención urbanística de más calado que se proyecta en la Ciudad Condal: la recuperación de las tres chimeneas. El conflicto laboral nace del cierre del gimnasio y del litigio que mantiene la concesionaria, Gimesport, con el ayuntamiento.
"Nos encontramos en un limbo legal. No podemos recibir el subsidio de desempleo porque no nos han despedido. Y, además, nos deben dos meses de sueldo", explica Jesús Ribó, uno de los empleados del polideportivo.
"Presentaremos una moción en el pleno municipal del día 22 de diciembre --continúa el empleado-- en la que instaremos al gobierno municipal a echar mano de la garantía que depositó Gimesport en el Ayuntamiento de Sant Adrià para pagar las deudas".
Ribó recuerda que anteriormente el plenario municipal ya aprobó por mayoría trabajar para la continuidad de la instalación deportiva, que tenía más de mil socios en el momento en el que el concesionario entregó las llaves al consistorio el 3 de noviembre.
Transformación
El conflicto laboral del polideportivo Marina Besòs es sólo la punta del iceberg de algo mayor. Por un lado, disfraza el pelotazo inmobiliario que promueve el Consorcio del Besòs en los terrenos de la Central Térmica de Endesa y las pastillas aledañas.
Preguntado por el estado de la intervención, el Consorcio no ha contestado a los requerimientos de este periódico.
Quien sí ha aportado más datos son fuentes cercanas a la futura obra. "Se trata de la urbanización completa de la última franja litoral de Barcelona. Incluye cuatro pastillas: la central, propiedad de Endesa; otra de Banco Santander; la del Marina Besòs, donde está el polideportivo y una pastilla aledaña propiedad del Consejo Comarcal".
El organismo supramunicipal ha comenzado los trabajos de participación para definir una intervención que, promete, "no será especulativa".
'Caso Canga'
La otra lectura del conflicto del polideportivo es la judicial. Gimesport, la antigua administradora del gimnasio, fue gestionada hasta 2015 por el constructor Emilio Fernández.
El directivo es una de las personas salpicadas por la imputación del exalcalde de Sant Adrià, Jesús Canga Castaño. El juez de instrucción número 2 de Badalona investiga si Canga hizo una concesión a medida a Fernández en unas piscinas situadas junto al polideportivo.
El caso se encuentra en fase de instrucción. Los demandantes han pedido imputar también al dueño de Amnesia, Martín Ferrer, que se hizo con la concesión del espacio lúdico en 2013 tras la intercesión del Consejo Comarcal.
La parte estima en dos millones de euros las inversiones realizas antes de la entrada de Ferrer, que se fue de Sant Adrià sin pagar cánones e impuestos por valor de 500.000 euros.