Aprovechando el nuevo puente que se avecina para fin de año o para quienes ya planean sus escapadas de 2026, nada mejor que una salida fuera de la ciudad. Y hacerlo a otro tiempo nunca está de más.
Si bien Tarragona y Empúries son conocidas por sus ruinas romanas, hay una ciudad de Barcelona que durante siglos ocultó uno de los mayores templos de esa época. Ahora se puede visitar.
La excursión merece la pena. Se trata de uno de los templos romanos mejor conservados de Cataluña, pese a ser una construcción del siglo II d. C.
El Templo Romano de Vic fue levantado cuando la ciudad era conocida como Auso, un detalle que muy pocos conocen. Como tampoco se conocía, hasta no hace tanto, la existencia de este edificio.
Dónde está
A pesar de su relevancia patrimonial, su presencia pasa desapercibida para muchos visitantes. Su emplazamiento, en el número 2 del Carrer del Pare Xifré, coincide con el antiguo foro romano, el espacio donde se concentraba la vida política, administrativa y religiosa de la ciudad.
El templo salió a la luz de manera inesperada en 1882, durante el derribo de las ruinas del castillo de los Montcada. Esta fortaleza medieval había aprovechado la estructura del edificio romano como parte de sus muros, lo que explica su excelente estado de conservación.
El castillo que lo tapó
Con la progresiva implantación del cristianismo a partir del siglo IV, el templo dejó de cumplir su función religiosa original y pasó a tener otros usos públicos. Según la documentación histórica, ya en el siglo IX, durante la reorganización del territorio tras la reconquista, Guifré el Pilós ordenó construir un castillo en ese enclave estratégico.
Con el paso del tiempo, el castillo tuvo usos muy diversos: residencia, granero e incluso prisión. Esta continuidad funcional contribuyó a proteger el templo romano, que permaneció escondido hasta su redescubrimiento en el siglo XIX.
Templo romano de Vic
Función original del templo romano
Las paredes del templo romano se integraron en el recinto medieval, quedando ocultas durante siglos. Tras el hallazgo, el castillo fue parcialmente desmontado para liberar el monumento, que fue restaurado y puesto en valor.
El edificio fue construido entre los siglos II y III d. C., probablemente durante el reinado del emperador Antonino Pío. Aunque no se conoce con certeza la divinidad a la que estaba dedicado, los especialistas consideran probable que estuviera vinculado al culto imperial, una práctica habitual en las ciudades romanas.
Qué queda
Uno de los detalles que más destacan se hallan en atrio, la sala principal del templo. Allí se hallan ocho columnas. En el fuste de cada una ellas figuraba el nombre de una personalidad ilustre de Vic.
Cabe decir que el único fuste original conservado se encuentra integrado en la columna dedicada a Serra i Campdelacreu, impulsor del redescubrimiento del monumento.
Curiosidades del templo
Aunque no alcanza la notoriedad de otros yacimientos romanos más conocidos, su grado de conservación permite comprender con claridad cómo eran los templos urbanos de época romana, algo poco habitual en el territorio catalán.
El Templo Romano de Vic se alza sobre un podio elevado y responde al orden corintio, caracterizado por la riqueza decorativa de sus capiteles.
Cuándo ir
Conserva la cella, la cámara interior destinada al culto, y el pronaos o atrio, formado por un conjunto de ocho columnas que le confieren una imagen monumental.
En cualquier caso, su monumentalidad y su buen estado de conservación merecen una visita. El acceso es gratuito. El horario de apertura es de martes a sábado, de 10 a 13 h y de 18 a 20 h, y los domingos de 18 a 20 h. Los lunes permanece cerrado.
Cómo llegar
Para acercarse hasta allí no hace falta coche. La forma más práctica de llegar a Vic desde Barcelona es en tren, mediante la línea R3 de Rodalies, que conecta la capital con la comarca de Osona, aunque el trayecto puede durar cerca de dos horas.
La opción más habitual, no obstante, es ir en coche. El acceso se realiza por la C-17 en dirección a Ripoll hasta tomar la salida de Vic. El trayecto suele durar alrededor de una hora.
Noticias relacionadas
- Tienes que visitarlo sí o sí: el pequeño pueblo de Girona de tan solo 22 habitantes y lugar favorito de segunda residencia
- El paseo marítimo más largo de Cataluña está en Tarragona: 5 kilómetros de restaurantes, tiendas y hoteles
- La discreta piscina termal a 40 minutos de Girona: es gratis y cuenta con un espacio de barbacoas
