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Cinco cilindros que se elevan como columnas caprichosas y, en lo alto, unas cúpulas redondeadas que parecen huevos gigantes reposando sobre la azotea. Una casa llena de huevos que, en realidad, es toda una obra modernista.

No tiene ese nombre, sino el de la Torre de la Creu y es una de las construcciones más sorprendentes del modernismo catalán. Su aspecto casi fantástico, a medio camino entre la arquitectura y el juego, refleja la imaginación desbordante de su autor, Josep Maria Jujol, discípulo aventajado de Gaudí.

Su nombre también está ligado a proyectos como Can Negre en Esplugues, el Teatro Metropol en Tarragona o el Santuario de la Mare de Déu de Montserrat en Montferri, apodado en ocasiones como “la otra Sagrada Familia”. Con estas obras, Jujol se hizo un nombre más allá de Gaudí.

Con el autor de la Pedrera, colaboró estrechamente en varias de sus grandes obras. Aportó su talento en el diseño de la forja, la cerámica y los detalles ornamentales. Pero luego voló libre creando obras extraordinarias, caracterizadas por la experimentación, la fantasía y la originalidad

Entre el modernismo y el expresionismo

Con su visión particular, su obra a menudo se aparta de los cánones más académicos del modernismo y se aproxima a un expresionismo arquitectónico único. Aun así, la Casa de los huevos evidencia que el estilo modernista es su base.

Ubicado en Sant Joan Despí, a escasos kilómetros de Barcelona, el proyecto nació a partir de un encargo familiar. Su tía Josefa Romeu i Grau, viuda de Gibert, quería construir dos casas de veraneo y le concedió a su sobrino total libertad creativa.

Detalle de una ventana de la Torre dels Ous

De cuándo es

El proyecto fue aprobado el 11 de octubre de 1913, y las obras se desarrollaron entre 1913 y 1916. Jujol diseñó dos casas simétricas basadas en cinco cilindros de planta circular. 

Tres de ellos forman la estructura principal, mientras que los otros dos acogen las escaleras de caracol que conducen al segundo piso y a los miradores.

Huevos en el tejado

Pero sin duda, el elemento más característico del edificio son sus tejados en forma de cúpulas, que le han valido el nombre de la Torre dels ous, formas que también tienen su historia.

Inicialmente, estas cúpulas estaban recubiertas con trencadís de vidrio, una técnica muy utilizada en el modernismo. Posteriormente, en una reforma realizada por Tecla Jujol, hija del arquitecto, este material fue sustituido por cerámica de colores, lo que acentuó aún más su aspecto llamativo.

Escalera de la Torre de la Creu de Jujol CONSORCI DE TURISME DEL BAIX LLOBREGAT

Aun así, hay otro elemento propio del sello Jujol, la forja. Este minucioso trabajo artesanal encaja con el lenguaje modernista, pero que al mismo tiempo lo trasciende.

El diseño, en cualquier caso, refleja el sello personal de Jujol: libertad creativa, inspiración en la naturaleza y un uso atrevido del color. 

Otras obras de Jujol

Su singularidad ha hecho que sea reconocida como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN), lo que garantiza su protección patrimonial. Pero sobre todo, es una parada imprescindible cuando uno visita Sant Joan Despí y de los amantes del modernismo.

La Torre dels Ous no es la única de estilo que se encuentra en esta ciudad vecina de Barcelona. La emblemática Can Negre, también de Jujol, es una brillante masía transformada en residencia urbana con una fachada espectacular que recuerda a un carruaje barroco. Por último también se pueden visitar la Torre Jujol y otras viviendas diseñadas por el arquitecto.

El conjunto forma parte del Itinerario Jujol, una ruta turística y cultural que recorre los principales edificios del arquitecto en la localidad. 

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