La Barcelona de Carmen Laforet: así es la ruta por los escenarios de 'Nada'

Hay un libro que marcó a toda una generación de estudiantes. Más allá del Quijote o El cantar del Mío Cid, una novela que no faltaba en literatura castellana era Nada, de Carmen Laforet.

La escritora catalana fue la primera en ganar un premio Nadal gracias a este relato de la guerra española. Una ficción que fue demasiado real.

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Era 1945, plena postguerra, cuando el libro vio la luz. Su impacto fue tal que no sólo le valió el citado galardón, sino que desde entonces se la considera una de las obras más influyentes de la narrativa española de posguerra.

Todo aquel que leyó la terrible historia de Andrea, una joven huérfana que llega a la ciudad para estudiar Letras en la Universidad, quedó completamente conmovido por su historia. Y es que Laforet, aprovecha la ficción par  ofrecer una mirada íntima y descarnada a la Barcelona de los años 40, marcada por la pobreza y las restricciones de la España franquista.

Un paseo de 'Nada'

Quien todavía recuerde este libro o quiera saber de él, ahora tiene la posibilidad de recorrer sus escenarios. No es que antes no se pudiera, sino que ahora, se ha diseñado la llamada Ruta Literaria de Nada.

Por un módico precio, sus organizadores proponen un recorrido a pie por los espacios que forman parte de la trama y que fueron decisivos en la vida de su protagonista. Una manera de redescubrir Barcelona desde una perspectiva distinta: la de una autora que, con su primera novela, supo retratar una época y una ciudad que todavía hoy se pueden caminar siguiendo las huellas de Andrea.

Portada del libro 'Nada'

Dónde empieza la ruta

El itinerario comienza en el Carrer Aribau, una de las localizaciones centrales de la novela. Allí, en una vivienda ficticia, pero reconocible para quienes conocen la zona, Andrea se instala con su abuela y el resto de la familia. El ambiente de la casa es tenso y claustrofóbico, y contrasta con la libertad que la protagonista empieza a experimentar en el entorno universitario.

Para muchos de sus vecinos, caminar por Aribau y sus alrededores no significa mucho, aunque hay que saber mirar. Las fachadas, los balcones y las calles adyacentes dibujan una imagen llena de contrastes que ayudan a hacerse una idea de lo que describe Laforet en su libro. 

El Raval y la huella de la posguerra

La ruta avanza hacia el Raval, un barrio que, en la época en la que transcurre Nada, concentraba gran parte de la vida popular y sufría las dificultades sociales propias de la posguerra. Sus calles estrechas y edificios antiguos reflejan la densidad y el carácter de una zona donde la miseria convivía con la vitalidad de sus habitantes.

En este escenario, el visitante puede comprender mejor el contexto en el que Andrea se mueve fuera de su hogar. Aquí se entrelazan el mundo real y el literario. No es de las zonas más degradadas de la ciudad, pero desde hace décadas este barrio ha sido el epicentro del underground barcelonés, con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva.

La escritora Carmen Laforet EE

Uno de los hilos conductores de la novela es la vida académica de Andrea y su relación con Ena, una compañera que le ofrece apoyo y amistad en un momento en el que su vida familiar es complicada. Si bien la ruta se centra en las calles y barrios que aparecen en Nada, también invita a reflexionar sobre el papel que la Universidad de Barcelona jugó en la formación y en el cambio de perspectiva de la protagonista.

Aquí, la visita a la sede central de la mencionada facultad es casi obligatoria, pero el itinerario no entra en el recinto universitario. De todos modos, la cercanía con el centro histórico y la Rambla permite al visitante seguir imaginando los desplazamientos diarios de Andrea, desde la sofocante vivienda familiar hasta los espacios donde empezaba a vislumbrar una vida distinta.

Una experiencia distinta

En cualquier caso, lo más interesante de este paseo es ver cómo la geografía de Barcelona influyó en el desarrollo de la trama y cómo la autora utilizó esos espacios para reflejar estados de ánimo y tensiones narrativas en Nada.

La Ruta Literaria de Nada descubre rincones menos conocidos de la ciudad  que ayudan a contextualizar la vida cotidiana en la ciudad durante los años 40. En un recorrido guiado que combina literatura, historia y urbanismo, y por 16 euros, los participantes visitan los principales escenarios que inspiraron la obra, con explicaciones que relacionan los pasajes de la novela con los lugares reales. Una manera distinta de mirar Barcelona.