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Con tanta joya modernista de Puig i Cadalfalch, Domènech i Montaner y Gaudí que hay en Barcelona, es normal que otros edificios modernistas de la ciudad pasen desapercibidos. Los mismos de Sagnier, que tiene cerca de 400 en la capital catalana son un ejemplo, pero hay muchos más.

En el límite entre el Eixample y el barrio de Gràcia, hay un inmueble que, si bien no pasa desapercibido, pocos se han parado a pensar cuál es su historia. Muchos no saben ni que tiene nombre, Casa Comalat.

Construida entre 1906 y 1911, este edificio es una obra del arquitecto Salvador Valeri i Pupurull y representa una de las expresiones más libres, coloridas y personales del modernismo en Cataluña. Verdes, rojos, naranjas, blancos y amarillos se dan lugar en su fachada.

Tal vez algo tiene que ver quién está detrás. La casa fue encargada por el industrial textil Joan Comalat Aleñá en pleno auge del Eixample como nuevo corazón residencial y burgués de la ciudad. Quizás quiso algo vistoso, llamativo como los diseños que salían de sus fábricas.

Un edificio, dos fachadas

Valeri, arquitecto formado en la Escuela de Arquitectura de Barcelona y claramente influenciado por Antoni Gaudí, fue más allá. Diseñó un edificio que se aparta de la simetría habitual para explorar formas ondulantes, elementos decorativos vivos y una compleja relación entre fachada, espacio y luz. 

Como resultado, la casa presenta una personalidad dual, casi esquizofrénica: dos fachadas absolutamente distintas que dialogan entre sí con el lenguaje propio del modernismo más radical.

Dónde está

La fachada principal, situada en la Avinguda Diagonal 442, muestra una versión elegante y sobria del estilo modernista. Está construida en piedra y presenta tribunas de líneas curvas, balcones con rejas ornamentales y un remate espectacular: una torre revestida con cerámica verde vidriada que parece emerger del edificio como un penacho vegetal. 

Este remate en espiral, conocido popularmente como “el sombrero de arlequín”, recuerda por su organicidad y color a la azotea de la Casa Batlló de Gaudí, situada no muy lejos de allí. Sin embargo, mientras la fachada de Diagonal mantiene cierto orden y discreción, su gemela trasera, en la calle Còrsega 316, despliega una teatralidad sin límites.

Fachada trasera de la Casa Comalat WIKIPEDIA

La cara de Còrsega

La fachada posterior de la Casa Comalat es una explosión de color, ritmo y vitalidad. Las tribunas de madera, las formas abombadas, las persianas verdes y los mosaicos cerámicos policromados componen un conjunto que no deja indiferente. 

La decoración fue realizada por Lluís Bru i Salelles, uno de los ceramistas más reputados de su tiempo, colaborador habitual de arquitectos modernistas. Las curvas se multiplican y los balcones vuelven a recordar a los de la Casa Batlló. Esta fachada, casi carnavalesca, advierte del mundo que se esconde en esas paredes. 

Un interior privado

Nadie que no sean sus vecinos lo pueden ver, pero su interior conserva buena parte de su ornamentación original. A través de imágenes publicadas por estudios de arquitectura y plataformas que han alquilado temporalmente el espacio, se sabe que en el vestíbulo aún se conservan suelos de mosaico y vidrieras artesanales, realizadas por la firma Rigalt i Granell.

Los techos están ornamentados con yesería floral, e incluso hay bancos de madera curvados con un diseño extremo que se parecen a los de Gaudí. Todo como fue diseñado, hasta el ascensor es original y parte de la carpintería modernista están intactos.

Una joya que pasa desapercibida

A pesar de todo, la Casa Comalat sigue siendo una gran desconocida para muchos visitantes de la ciudad. Tal vez porque no se puede visitar por dentro, o quizá porque su ubicación, algo escondida de los principales núcleos turísticos hacen que se acerquen menos turistas.

Sin embargo, forma parte de la Ruta del Modernisme de Barcelona y se puede ver desde Diagonal. Aunque la fachada en esta avenida luce mucho menos, se percibe su sofisticación arquitectónica.

Acceso

Quien esté en la Barcelona y sí quiera acercarse, lo tiene más fácil de lo que cree. La Casa Comalat está muy cerca del cruce de Passeig de Gràcia y Diagonal, a menos de cinco minutos de la Plaça dels Cinc d’Oros y su obelisco.

La estación de metro más cercana es Diagonal, donde llegan las líneas L3 y L5 del metro y que enlaza a su vez con todas las líneas de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) que tienen su origen y destino en Plaza Cataluña.

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