
Un nuevo palacio abre en Barcelona, el Palau del Marquès d’Alfarràs AYUNTAMIENTO DE BARCELONA
Apertura confirmada, un nuevo palacio en Barcelona: joya del siglo XVIII de propiedad de un marqués
El proyecto de restauración ha permitido devolver el esplendor a esta construcción de gran valor patrimonial
Más información: Adiós a este bonito molino del siglo XVIII: un ayuntamiento de Cataluña trata de rescatar lo que queda
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La burguesía catalana no es algo solo de ahora. Ya en la edad media Cataluña estaba llena de aristócratas refugiados en sus palacios y castillos, algunos de los cuales todavía se conservan.
No todos están habitados, pero eso no significa que todos se puedan visitar. Los más monumentales sí han abierto sus puertas, como el caso del Palau Güell o el de la Virreina. Otros, en cambio, llevan años cerrados.
Uno de estos edificios históricos que permanecían ocultos y desconocidos para la ciudadanía es el Palau del Marquès d’Alfarràs, situado a las puertas del famoso Laberinto de Horta. Y hablamos en pasado porque, desde hace pocas semanas, esta construcción de origen medieval ya se puede visitar.
El palacio, que ha permanecido cerrado durante décadas, ha vuelto a abrir sus puertas tras un ambicioso proyecto de restauración, que ha permitido devolver el esplendor a esta construcción de gran valor patrimonial.
De quién es
El origen del palacio se remonta al siglo XVIII, cuando la familia Desvalls, titulares del marquesado de Alfarràs, adquirió los terrenos donde ya existía una antigua torre medieval de vigilancia, conocida como la Torre Sobirana. Sobre esa base, la familia levantó un palacio de estilo neoclásico que, con el paso de los años, fue evolucionando y ampliándose.
La construcción definitiva, tal como se conoce en la actualidad, se realizó entre los años 1791 y 1794. El marqués Joan Antoni Desvalls i d’Ardena, apasionado por la arquitectura y los jardines, impulsó un proyecto que integraba el palacio con un gran espacio natural.
Un jardín con laberinto
Fue entonces cuando nació el famoso laberinto de cipreses que aún hoy se conserva como parte del Parc del Laberint d’Horta. El conjunto fue diseñado siguiendo las corrientes paisajísticas italianas de la época, con la participación del arquitecto y paisajista suizo Domenico Bagutti.
La fachada principal del Palau del Marquès d’Alfarràs es uno de los elementos que más llama la atención. Con estucos de inspiración neoclásica y detalles decorativos de influencias neoárabes y neogóticas, el edificio combina sobriedad y refinamiento.
Cómo es el palacio
Las pilastras corintias flanquean las ventanas y el acceso principal, y el portal, de piedra labrada, refleja la elegancia de las casas nobles de finales del siglo XVIII.
Durante más de un siglo, el palacio fue la residencia de la familia Desvalls y un lugar de reunión de la aristocracia barcelonesa. Con el paso de los años y los cambios políticos y sociales, el edificio perdió su función residencial y pasó a manos del Ayuntamiento de Barcelona en 1968, cuando la finca fue adquirida por la administración pública.
Cierre del edificio
A partir de ese momento, el palacio quedó integrado en el Parc del Laberint d’Horta, pero su uso se restringió y quedó cerrado al público.
Desde los años noventa, el edificio se utilizó parcialmente como sede del Centre de Formació del Laberint, dedicado a actividades formativas de jardinería, biodiversidad y medio ambiente.
Rehabilitación
Sin embargo, el propio palacio presentaba un estado de conservación deficiente, lo que obligó a limitar los accesos y a iniciar un proceso de estudio y planificación de su recuperación.
Las obras de rehabilitación comenzaron en 2020 y han supuesto una inversión de cerca de 4,7 millones de euros. El proyecto ha incluido el refuerzo de la estructura, la restauración de las fachadas, la recuperación de elementos ornamentales, la mejora de la accesibilidad y la modernización de las instalaciones.
Se han respetado los elementos históricos y se ha prestado especial atención a los detalles arquitectónicos, con la intención de mantener la esencia original del palacio.
El Palau del Marquès d’Alfarràs se abre ahora al público mediante visitas guiadas que permiten recorrer parte de las estancias nobles del edificio, así como acceder a la torre medieval que dio origen al conjunto.
El jardín laberíntico
El entorno del palacio es otro de sus grandes atractivos. Los jardines históricos, con el laberinto de cipreses como emblema, fueron concebidos como una prolongación natural de la casa noble.
El diseño paisajístico incluye estanques, esculturas mitológicas, miradores y caminos que invitan a recorrer el espacio con calma. El Parc del Laberint d’Horta es, además, el jardín más antiguo conservado en Barcelona, lo que confiere al conjunto un interés añadido.
Nueva vida al palacio
La recuperación del Palau del Marquès d’Alfarràs supone un paso importante en la preservación del patrimonio histórico de la ciudad. El edificio, que durante años pasó desapercibido incluso para los propios barceloneses, se presenta ahora como un nuevo y recuperado espacio destinado a la divulgación y al disfrute cultural.
Las visitas permiten descubrir rincones hasta ahora cerrados, como los salones decorados con estucos y frescos, la escalera noble o los corredores que comunican las distintas alas del edificio.
Cuándo visitarlo
El palacio, tal y como se puede ver ahora, todavía conserva la impronta de las distintas etapas por las que ha pasado. Se puede ver la torre de defensa del siglo XI, la casa señorial del XVIII, y hasta las partes que se usaron como centro formativo en el siglo XX. Toda una oportunidad para conocer la historia oculta de esta ciudad.
Las personas interesadas en visitar el Palau del Marquès d’Alfarràs pueden reservar su plaza a través de los canales habilitados por el Ayuntamiento de Barcelona. Las visitas se realizan exclusivamente en catalán y tienen una duración aproximada de una hora y media. Asimismo, se realizan en grupos reducidos y con reserva previa, se ofrecen de forma gratuita los domingos y un miércoles al mes, en horario de mañana.