Esta es la obra más desconocida de Gaudí, la bodega Güell

Esta es la obra más desconocida de Gaudí, la bodega Güell WIKIPEDIA

Historia

Esta es la obra más desconocida de Gaudí: una impresionante bodega frente al mar

El particular estilo de este edificio hizo dudar sobre la autoria del genio modernista

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La obra de Gaudí es tan extensa que cuesta que a veces cuesta poder visitar todas. Ya para empezar, hay edificios del catalán que se encuentran en Cantabria y en Astorga. El resto están en Cataluña, pero no todos están concentrados en Barcelona.

El genio modernista recibía encargos de diferentes miembros de la burguesía catalana y eso le hizo desplazarse en ocasiones a Mataró e incluso a los Pirineos. pero si hay una familia que apoyó al artista esa fue la Güell. Con ello hizo obras muy conocidas, pero también una completamente desconocida que pasa desapercibida a muchos. Y es que los Güell tenían muchos terrenos.

Estos representantes de la burguesía catalana fueron algo así como los Medici de un arquitecto ávido por explorar nuevas formas y desafiar lo establecido. Le otorgaron completa libertad y, gracias a ello, hoy en día disfrutamos de magníficas obras de arte. Sin embargo, no fueron los únicos en encargar obras al artista.

Los encargos de los Güell, en cualquier caso, no estaban destinados a la sociedad, sino más bien a su propio disfrute. Un claro ejemplo fue el capricho del patriarca, Eusebi: construir una bodega frente al mar. Y ni siquiera en el Penedès.

Dudas sobre la autoría

El noble quería aprovechar una finca llamada La Cuadra, ubicada en Garraf, un pequeño pueblo entre Castelldefels y Sitges. Sin vacilar, encargó el trabajo al arquitecto de Reus. Lo más sorprendente de todo es que se cuestiona su autoría. Tal vez por eso es una de sus obras menos conocidas.

Durante muchos años se ha dicho que Gaudí nunca participó en el proyecto. Se le atribuye a uno de sus alumnos más avanzados, Francesc Berenguer i Mestres y, como mucho, algunos señalan que lo único que hizo el maestro modernista fue supervisar. 

Bodega Güell

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Un Gaudí particular

Las opiniones pueden ser variadas y, en tiempos de posverdad, cada uno cree lo que más le conviene. En cualquier caso, los documentos despejan cualquier duda. El Arxiu Històric de Sitges posee el plano original de la obra, donde solo aparece una firma: la de Antoni Gaudí. Quien tenga dudas puede acudir a la sede del archivo para comprobarlo, ya que el plano está expuesto allí.

Pero, como es mejor no avivar la polémica en Cataluña, como toda buena teoría conspirativa, hay razones para la sospecha. La principal es que, aunque pueden verse las formas de Gaudí en toda su fachada y estructura, la Bodega Garraf no es de estilo modernista, sino neogótico.

Así es la bodega de Gaudí

Los motivos por los que Gaudí optó por este estilo, en cambio, son completamente modernistas. La intención del artista era que la construcción se fusionara con la naturaleza, su inspiración y obsesión. Para ello, utilizó la piedra caliza del terreno para levantar la bodega.

La bodega presenta un diseño arquitectónico peculiar con una planta rectangular y un perfil frontal piramidal, destacando por sus cubiertas de gran verticalidad con pronunciadas pendientes de losas de piedra.

Bodega Güell

Bodega Güell WIKIPEDIA

El edificio, de cinco plantas, incluye dos subterráneas para la cava, una baja para cochera y servicio, una primera para vivienda, y una superior con un porche-mirador hacia el mar y una capilla cubierta con bóveda catenaria.

Gaudí incorporó pasillos laterales en los pisos superiores, algunos de los cuales tienen formas militares, como un matacán sostenido por ménsulas. El remate incluye un campanario con cruz metálica y chimeneas orientales.

Pero más allá de lo técnico, lo que más destaca a simple vista son las escaleras en forma de puente que ofrecen un acceso directo a la finca y a la planta superior y el pasillo que la conecta a la casa, adoptando la forma de un castillo.

Por último, mencionar el techo que se estrecha adoptando una curva sinuosa, tan del gusto del arquitecto. Todo esto es lo que ha quedado; la bodega Güell nunca funcionó. Las malas lenguas de la época afirmaban que el vino era de baja calidad y tuvo que cerrar.

Cómo llegar

Para llegar a este particular rincón hay dos opciones. Pillar el tren o el coche. La primera opción es muy sencilla. Desde Barcelona apenas se tarda 40 minutos con la línea R2 Sud de Rodalies en dirección a Vilanova i la Geltrú. La parada de Garraf te deja perfecto.

En coche, el trayecto oscila entre la media hora y los 40 minutos, dependiendo del tráfico. Se debe ir por la autopista C-32 en dirección a Sitges y tomar la salida hacia Garraf, que va por la famosa carretera de curvas o la carretera del Garraf que no es otra que la C-31.