Adiós a esta ebanistería centenaria que tuvo de cliente a Antoni Gaudí

Adiós a esta ebanistería centenaria que tuvo de cliente a Antoni Gaudí CRÓNICA GLOBAL

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Adiós a esta ebanistería centenaria: tuvo de cliente a Antoni Gaudí

La tienda ha tenido que abandonar su emplazamiento original por falta de clientes

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El degoteo de tiendas históricas que cierran en Barcelona no dejan de sucederse. A las papelerías de Lesseps o la Conesa, en la calle Petritxol, se le sumaron hace poco la librería Sant Jordi, que por primera vez cerró este 23 de abril, o el bar Kasparo del Raval.

Los cierres no dejan de sucederse. Los elevados precios de los alquileres están provocando cierres acelerados, especialmente para los negocios históricos de arriendo antiguo que, al renovarse el contrato o cuando la finca cambia de propietarios, alcanzan unos precios estratosféricos.

A pesar de todo, no siempre sucede esto. Hay casos en que los negocios familiares no encuentran continuidad. La familia no se puede hacer cargo y mueren. O porque, directamente, no encuentran a su cliente.

Esto es lo que ha sucedido con un histórico local del gótico. El barrio, cada vez más entregado al turismo de masas, se llena de tiendas de recuerdos y las franquicias que desplazan progresivamente al comercio de toda la vida. 

La tienda de Gaudí

Una estas tiendas que han acabado echando el cierre es la centenaria de la Casa Jornet. Esta tienda era una histórica ebanistería y casa de muebles con más de 100 años de vida bajaba la persiana definitivamente en mayo.

Fundada en 1901 en la calle de la Palla número 10, esta tienda tiene una historia muy particular. Y un cliente icónico. En sus inicios tuvo como fiel al mismísimo Antoni Gaudí.

Más de un siglo abiertos

Con sus credenciales, la noticia del cierre de este comercio, con más de 120 años de historia, causó una mezcla de tristeza y resignación entre quienes aún valoran la historia y la identidad de la ciudad. 

Eso sí, Casa Jornet no echa el cierre por un incremento del alquiler, como ocurre habitualmente, sino por una razón más profunda y estructural: la pérdida de clientela local. Así, al menos, lo confesó días antes su propietario, Ferran Gómez.

Casa Jornet

Casa Jornet CASA JORNET

Negocio tradicional

Sin embargo, la desaparición del histórico establecimiento no es completa. El negocio sobrevive, pero con un cambio de modelo. La tienda física de la calle de la Palla bajó la persiana en los próximos días, y el negocio se traslada al almacén que Casa Jornet tiene en la plaza de los Traginers, en el mismo distrito de Ciutat Vella. 

Desde allí, operarán exclusivamente con venta en línea y atención con cita previa, abandonando así definitivamente el modelo de tienda abierta al público. Hasta que llegue el cierre, el comercio permanece en fase de liquidación.

Una alianza oportuna

Más allá del dolor por la pérdida del local como espacio vivo, el inmueble tiene también un peso patrimonial considerable. Casa Jornet ocupa un ala del antiguo convento de la iglesia de Sant Felip Neri. 

La estructura conserva elementos originales como el antiguo comedor, una escalera interior, el pozo y un primer piso con elementos del siglo XVIII. La tienda había participado en varias iniciativas culturales como “Aparadors Artístics”, que justamente ponía en valor estos espacios históricos en la ciudad.

Relación con Gaudí

Los orígenes de Casa Jornet se remontan a principios del siglo XX, cuando Miquel Jornet Estivill fundó el taller como negocio familiar de ebanistería y carpintería. Se especializaban en muebles auxiliares, estanterías, pupitres, pedestales y, sobre todo, capillas. El contexto religioso del barrio era ideal para este tipo de piezas. 

Durante sus primeros años, la tienda fue frecuentada por Antoni Gaudí, que pasaba por allí de camino a la iglesia de Sant Felip Neri, a la que acudía a rezar. Según recogen varias fuentes y confirma el propio negocio en su página web, el arquitecto de la Sagrada Família solía detenerse en la tienda tras un padrenuestro para tomar un café con el fundador.

Casa Jornet

Casa Jornet CASA JORNET

Guerra Civil

La historia de la familia Jornet también quedó marcada por la tragedia. Durante los primeros compases de la Guerra Civil, Miquel Jornet i Estivill fue fusilado por ayudar a escapar a los sacerdotes de Sant Felip Neri. A pesar de este golpe brutal, el negocio logró salir adelante gracias a las generaciones siguientes.

El mayor auge de Casa Jornet llegó con la tercera generación, representada por los hermanos Miquel y Joaquim Gómez i Jornet. Bajo su dirección, la empresa llegó a tener hasta tres tiendas abiertas y un taller propio. 

Un cambio importante

Fue en esta etapa cuando la marca se consolidó como referente en la fabricación de muebles por encargo y con acabados personalizados, una especialización que se convirtió en seña de identidad: “Siempre manteniendo nuestra principal característica, acabar los muebles con el color que ha querido nuestro cliente”, resumen con orgullo en su sitio web.

En la actualidad, Casa Jornet se dedica a la restauración de mobiliario, decoración interior y el montaje de espacios comerciales, como oficinas y restaurantes. El cambio de local supone también un cambio de filosofía: dejar de esperar a que los clientes entren por la puerta y empezar a trabajar bajo demanda, a través de internet o de encargos programados.

Cambios en la ciudad

El cierre del local de la calle de la Palla no sólo supone la desaparición de una tienda histórica más, sino también un símbolo de lo que está ocurriendo en el centro de Barcelona.

La transformación del Gòtic en una zona casi exclusivamente orientada al turismo ha hecho cada vez más difícil la supervivencia del comercio tradicional. Donde antes había talleres, librerías y ultramarinos, hoy hay colas para comprar helados y camisetas con el skyline de la ciudad.