La casa catalana que vio nacer a Danone

La casa catalana que vio nacer a Danone

Historia

La casa catalana que vio nacer a Danone: el sorprendente origen de un gigante mundial

El primer yogur Danone nació en un piso en un reconocido barrio barcelonés 

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En el corazón del barrio del Raval de Barcelona, en un modesto piso del Carrer dels Àngels, nació el primer yogur Danone del mundo. Corría el año 1919 cuando Isaac Carasso, un comerciante sefardí originario de Salónica, instaló en su hogar un rudimentario laboratorio donde comenzó a elaborar el jaurt, una receta de yogur que había aprendido de pastores búlgaros. Este pequeño espacio se convirtió en la cuna de una de las marcas más icónicas del sector alimentario.

Lo que inició como una receta tradicional aprendida de pastores búlgaros, pronto se convirtió en la semilla de un imperio alimentario. El legado de Danone no solo transformó la manera en que consumimos yogur, sino que también marcó un hito en la historia de la industria láctea.

El viaje de Isaac Carasso: de Salónica a Barcelona

La llegada de Carasso a Barcelona estuvo marcada por los convulsos acontecimientos de los Balcanes y la Primera Guerra Mundial. En 1912, esperaba emigrar a España a bordo del crucero acorazado Princesa de Asturias, enviado por el gobierno de Alfonso XIII para repatriar a sefardíes protegidos por el consulado español.

Sin embargo, el barco nunca llegó, dejando a Carasso y a muchos otros sin su ansiada travesía hacia Sefarad.Ante esta situación, Carasso emprendió un largo viaje en tren junto a su esposa, Esther, y sus hijos Daniel, Flor y Juana. La guerra los sorprendió en Suiza, donde encontró un entorno de estabilidad relativa que le permitió iniciar sus primeros experimentos con el jaurt búlgaro.

Inspirado por las investigaciones del premio Nobel de Medicina Ilya Metchnikoff sobre los beneficios probióticos del yogur, Carasso perfeccionó su método de producción antes de llegar a Barcelona.

Un laboratorio casero y una visión emprendedora

Una vez instalado en el piso del Raval, Carasso comenzó la producción artesanal de yogur utilizando envases de porcelana que cerraba con un lazo. Consciente del potencial terapéutico de su producto, buscó el respaldo de médicos y científicos de la época, como Ferrán y Clúa, conocido como "el Pasteur español". Gracias a este apoyo, el yogur Danone comenzó a venderse en farmacias de Barcelona.

Para distribuir su producto, Carasso recurrió a una red poco convencional: los carteros y los conductores de tranvías, quienes ayudaron a llevar su yogur a distintos puntos de la ciudad. Esta estrategia permitió que el yogur Danone se popularizara rápidamente entre los habitantes de Barcelona.

De una pequeña producción a la revolución del yogur

Los primeros años de Danone fueron de crecimiento constante. A medida que la demanda aumentaba, Carasso comenzó a explorar formas de mejorar la producción sin perder la esencia artesanal de su producto. Pronto, el yogur dejó de ser solo un alimento recomendado por médicos para convertirse en un producto de consumo cotidiano.

En la década de 1920, la empresa empezó a expandirse más allá de Barcelona, llevando el yogur a otras regiones de España. La calidad y el sabor único del producto fueron clave para su éxito, y la confianza de los consumidores permitió a Carasso pensar en nuevas oportunidades de crecimiento.

El nacimiento de una marca global

El auge de Danone coincidió con la efervescencia de los felices años 20, una época de innovación y crecimiento industrial en Barcelona. Con su espíritu emprendedor, Carasso transformó su pequeña producción casera en una industria floreciente. En honor a su hijo Daniel, bautizó la marca como Danone, una combinación afectuosa del diminutivo catalán Danon.

A medida que la empresa crecía, la familia Carasso decidió expandirse a Francia en la década de 1930. Fue allí donde Daniel Carasso, el hijo de Isaac, llevó la marca a un nuevo nivel. Con una visión moderna del negocio, estableció fábricas y desarrolló estrategias de marketing innovadoras que posicionaron a Danone como líder del sector lácteo en Europa.

Un legado imperecedero

El humilde piso del Raval fue el epicentro de una empresa que hoy es referente mundial en el sector de los productos lácteos. Aunque el lugar físico donde nació Danone ha cambiado con el tiempo, su historia sigue resonando como un ejemplo de perseverancia, ingenio y la capacidad de transformar una tradición milenaria en un fenómeno global.

Hoy en día, Danone es sinónimo de calidad y salud, con presencia en más de 120 países y un portafolio que incluye no solo yogures, sino también productos lácteos, aguas y alternativas vegetales. Su compromiso con la innovación y la sostenibilidad sigue vigente, asegurando que el legado de Isaac Carasso continúe marcando la historia de la alimentación mundial.

La huella de Isaac Carasso sigue viva, no solo en cada yogur Danone, sino también en la historia de Barcelona, la ciudad que le brindó la oportunidad de cumplir su sueño y dejar un legado imborrable en la industria alimentaria mundial.