La construcción de la Barcelona olímpica más olvidada: se cae a trozos

La construcción de la Barcelona olímpica más olvidada: se cae a trozos CANVA

Historia

La construcción de la Barcelona olímpica más olvidada: se cae a trozos

Un edificio de telecomunicaciones de 5.000 metros cuadrados en ruinas, en una zona de viñedos que sigue olvidada

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Los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 fueron una revolución y un impulso definitivo para la ciudad, para Cataluña y para España en general. Hacía menos de 20 años que el país salí de la época oscura de la dictadura franquista y este evento fue la demostración de que España ya no era gris, sino moderna e internacional.

Para hacerlo posible, y a un coste que muchos creen ahora excesivo, desde las diferentes administraciones públicas se impulsaron una renovación de infraestructuras en toda Barcelona y sus alrededores. Nuevos edificios, instalaciones deportivas y estructuras de telecomunicaciones se levantaron para responder a las exigencias de un evento de tal magnitud. 

Legado de las Olimpiadas

De aquella época es por ejemplo el Estadi Olímpic de Montjuïc que ha servido de campo del RCD Espanyol y ahora del FC Barcelona, así como de escenarios de grandes conciertos, como también su vecino Palau Sant Jordi, donde cada año pasan decenas de artistas, bandas y cantantes internacionales. Allí también hay una importante antena de Telefónica, hecha para la correcta retransmisión de las Olimpiadas, pero hubo otras infraestructuras fuera de la capital catalana.

Uno de estos edificios fue el centro de telecomunicaciones de La Granada, situado a unos 50 kilómetros de Barcelona, cuya función sería facilitar la emisión de las imágenes olímpicas a nivel mundial. Este centro, diseñado en 1989 por encargo de Telefónica, obtuvo reconocimiento por su diseño arquitectónico, funcionalidad y respeto al entorno natural. Aunque pocos se acuerdan.

Entre viñedos

El centro de telecomunicaciones de La Granada, construido para asegurar la retransmisión global de las Olimpiadas de Barcelona 92, es hoy un reflejo de abandono en medio de los viñedos del Penedès. Su historia es un ejemplo más de cómo un evento que cambió la imagen de una ciudad, proyectándola hacia el futuro, dejó tras de sí infraestructuras modernas que, con el tiempo, han caído en el olvido.

La instalación era pionera en su época, con una estructura en forma de “Y” griega que rodeaba un patio central circular. Dividida en tres zonas principales --seguridad, administración y equipos tecnológicos--, había también todo un campo de antenas que se erigía como uno de los centros de telecomunicaciones más avanzados de aquel momento. 

La Granada ocupaba unos 5.000 metros cuadrados en una parcela de 11 hectáreas rodeada de viñedos, con un vial hexagonal que conectaba el edificio principal con las áreas de antenas. Durante sus años de funcionamiento, fue clave para la transmisión de eventos deportivos internacionales y otras coberturas de alcance global. Hoy, en cambio, no es nada más que un edificio mastodóntico en ruinas.

Tras años de actividad, el centro fue perdiendo relevancia y dejó de operar hace aproximadamente tres años. Hace décadas cesó toda vigilancia sobre el lugar, abriéndose las puertas al saqueo y al deterioro. Hoy, en el campo de antenas, ya no queda ni rastro de aquellas grandes estructuras que destacaban en el paisaje. 

Edificio en ruinas

Tal y como muestran algunos internautas y fans de los edificios abandonados en distintos vídeos que circulan por la red, las farolas y las rejas de seguridad también han sido desmanteladas. La red de túneles subterráneos que recorría las instalaciones ahora permanece abandonada, siendo blanco de actos vandálicos.

El Ayuntamiento de La Granada lleva tiempo exigiendo a Telefónica una solución. Con un decreto de alcaldía y varias notificaciones acompañadas de informes técnicos y fotografías, solicitó una respuesta por parte de la compañía. Se habló de la cesión del lugar, pero desde entonces ningún proyecto ha logrado convencer. Mucho menos impulsarse.

Propuestas fallidas

En el corazón de la región vitivinícola del Penedès, el edificio ha soñado en transformarse en un centro de formación e investigación relacionado con el estudio de la vid y el vino. Esta propuesta podría complementar la oferta educativa de la Escuela de Viticultura y Enología de Vilafranca, permitiendo un uso cultural y formativo del espacio en línea con la actividad vitícola del entorno.

Aunque la situación actual de abandono dificulta la posibilidad de una intervención rápida, no han dejado de salir propuestas. La más cercana fue la intención de Futureco Bioscience de ubicar allí su sede central. Tampoco funcionó. El abandono de La Granada sigue.