Indagar sobre la Edad Media es una fascinación que muchos comparten y no es difícil de entender el porqué. Se trata de una época injustamente tratada, aunque estudios recientes han desmentido que fuera cruel o incluso misógina.

Nos conecta con nuestros antepasados y con la historia de la humanidad. Al investigar sus vidas, sus luchas y sus logros, sentimos una conexión profunda con aquellos que nos precedieron, apreciando cómo sus experiencias han moldeado el mundo en el que vivimos hoy. 

Así comían en la Edad Medieval

La mesas se cubrían con manteles y tenían forma de U para que los comensales pudieran disfrutar de las diversiones que se les ofrecía en el centro. Era en la mesa principal donde se colocaba el príncipe o persona de mayor rango, así como sus invitados especiales, y los de rango inferior se iban instalando en los extremos respetando la jerarquía social.

Una mesa que imita el estilo medieval | TURISMO TRES SIERRAS

Los cubiertos eran comunes

En cuanto a los cubiertos, no se colocaban de manera individual. Los cuchillos se pasaban de unos a otros y las cucharas se utilizaban para los líquidos.

Sólamente en las mesas más más ricas, cada uno tenía su propia cubertería. En aquélla época, lo más normal era que todos comiesen con las manos, por eso había un recipiente con agua para lavárselas.

De hecho, los primeros tenedores no aparecieron hasta el siglo XIV, en Italia, sorpresivo, ¿no? 

La llegada del tenedor, hasta el siglo XIV

A medida que avanzaba la Edad Media, el cuchillo comenzó a especializarse más en su función como utensilio de mesa. Se empezaron a diseñar cuchillos con hojas más cortas y puntas redondeadas, una adaptación destinada a hacerlos más seguros y adecuados para comer. A menudo, tenían mangos de madera, hueso o marfil, y algunos, incluso, estaban decorados, reflejando el estatus social de su propietario.

Las primeras cucharas eran simples, hechas de madera, hueso o cuerno y eran utilizadas, principalmente, para consumir sopas y caldos, alimentos básicos en la dieta medieval. Con el tiempo, las cucharas de metal, como las de hierro y bronce, comenzaron a aparecer, especialmente, entre las clases más acomodadas.



El tenedor fue el último en ser adoptado en la cubertería medieval europea. Al principio, solo tenía dos púas y se usaba, principalmente, para servir alimentos, no para comer.

Tenedores de la Edad Media WIKIPEDIA

Protocolo medieval

Aunque se comiera con los dedos, algunas costumbres eran de mala educación.

Por ejemplo, se consideraba de mala educación lanzarse sobre los alimentos, demostrando que tenías mucha hambre. Eso era algo que pasaba entre las clases bajas, pero no en las privilegiadas.

También era una falta de respeto levantar la copa ante alguien de rango superior, así como beber antes de que lo hiciese el anfitrión del banquete.

Era de buena educación limpiarse los labios antes de beber y no estaba tampoco bien visto beberse la copa de un trago. 

¿Cómo se preparaba un gran banquete para reyes y reinas? Una comida, dependiendo del estrato social en el que se producía, iba mucho más allá de la simple ingesta del alimento. Las normas en la mesa, la colocación de los invitados y hasta el abastecimiento de los alimentos, antes de su llegada a la mesa, funcionaban como elementos propagandísticos del poder y marcaban la situación social del anfitrión y de cómo debían actuar conforme a ésta.

Los platos típicos de la Edad Media

Como todavía no se habían descubierto las patatas, maíz, tomates o pimientos, la base de la alimentación eran hidratos de carbono provinientes de cereales.  También lácteos como mantequilla, huevos y leche, frutas y carne.

Se comían también carnes hoy impensables como la ballena o el pavo real, y tomaban salsa de mostaza y pimienta. Esta última era una especia que se importaba de oriente, por lo que indicaba poder.

Como curiosidad chocante, utilizaban las carcasas de aves grandes como cisne o faisán para servir la comida.

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