S’Agaró solo tiene 100 años. Los acaba de cumplir. Puede que sea uno de los pueblos más jóvenes de Cataluña, pero un siglo ha sido suficiente para cargar de historias un rincón de la Costa Brava como este.

Por estos escasos 22 kilómetros cuadrados ha pasado la gente más VIP de Cataluña y de buena parte del mundo. Hay fotos que dan buena fe de ello. Por allí han pasado desde Josep Pla hasta Elisabeth Taylor. Y sí, también Ava Gardner, la actriz del Hollywood que ha causado más sensación y ha dejado más historias en su paso por España.

Una discusión mítica

La actriz que tiene una estatua en Tossa de Mar se enamoró del torero Mario Cabré (y de Dominguín y tantos otros) y decidió huir del lugar de rodaje para llevárselo a S’Agaró. Allí estaba el hotel donde se alojaba ella y todo el equipo de Pandora y el holandés errante, La Gavina.

Este establecimiento hotelero que todavía sigue en pie recuerda lo que alguna vez contaron sus trabajadores que, indignado por la infidelidad, su entonces esposo, Frank Sinatra, se dirigió hacia allí y vivieron una escena que pone los pelos de punta. El barman les llegó a contar que la pareja discutió tan acaloradamente en el bar que hubo bofetones entre trago y trago.

Famosos de este hotel

No fueron los únicos que pasaron por allí. En 1954 Orson Welles aprovechó lo barato que era rodar en estos lares y se hospedó en el mismo hotel La Gavina mientras filmaba Mister Arkadin. Claro que antes se había dejado ver por allí la mismísima Cleopatra o, lo que es lo mismo, Elizabeth Taylor.

La lista de famosos de gran renombre es tan extensa que apenas podría caber en este artículo. Dick Bogarde (El jardinero español), Sean Connery (James Bond contra el doctor No), Peter Sellers (El guateque, La pantera Rosa), Jack Nicholson (Mejor imposible), John Wayne (La diligencia), Lady Gaga o Lex Baxter, el Tarzán con el que estuvo casada Tita Cervera antes de convertirse en baronesa Thyssen, son sólo algunos de los más célebres.

La historia del hotel (y S'Agaró)

Este hotel les ofrecía y ofrece todavía a sus huéspedes unas lujosas habitaciones, máxima discreción y, sobre todo, una muy buena atención. Lo hacen desde hace más de 90 años, casi desde la mismísima fundación del pueblo. Los datos no engañan a nadie, si la primera casa de S’Agaró, la Senya Blanca, se construyó en 1922, el Hostal de La Gavina abrió las puertas por primera vez el 2 de Enero de 1932. Apenas 10 años después.

Tener los permisos fue más que fácil, el fundador del hotel, Josep Ensesa, es el mismo que tuvo la idea de comprar los terrenos situado entre la bahía de Sant Pol y la larga playa de Sa Conca, al norte de Sant Feliu de Guíxols. Así mataban dos pájaros de un tiro. Por un lado, se saldaba una deuda, y por otro, podían obtener beneficio con la construcción de viviendas. Y así fue. Pero eso es cosa del pueblo.

Patrimonio

El diseño enamoró a todos y fue catalogado rápidamente Bien Cultural de Interés Nacional y como tal, la cuarta generación Ensesa, Julia, Virginia, Carina y Josep Ensesa Viñas todavía están al frente del negocio. Y según sus visitantes mantienen parte de la exclusividad de la época.

Una buena prueba de ello son los precios. Pasar una noche allí en pleno verano puede costar 400 euros. Unos precios que hacen pensar por qué el mítico Josep Pla prefería ir allí en invierno, en temporada baja. Buena parte de este precio viene precisamente por estos dos hechos. Primero, por el privilegio de alojarse en un Bien Cultural de Interés Nacional y, segundo, por la historia de estrellas que se han alojado en esas habitaciones, pero hay mucho más.

Cómo es La Gavina

La ubicación no puede ser mejor. La Gavina está situado en frente del mar Mediterráneo, encima de un acantilado con un mirador exclusivo. Además, cuenta con un spa de lujo. Allí se ofrecen todo tipo de servicios de relajación y masaje. Eso sin contra con los restaurantes y cocktail bar que allí hay.

Aunque si algo destacan son sus habitaciones. Los 11 dormitorios originales se han convertido en casi una cincuentena. Todas ellas con vistas. Claro que las que destacan son la superior con terraza, entre las modestas. Aunque las suites de estilo de la realeza francesa o incluso la suite jardín ofrecen un espacio de cerca de 50 metros cuadrados que hacen sentir como en casa a sus huéspedes.

Cómo llegar

Llegar implica una hora y media de viaje en coche desde Barcelona. Se debe tomar la autopista AP-7 en dirección a Girona/Francia. Se continúa por la AP-7 hasta la salida 9A-9B hacia Sant Feliu de Guíxols/Palamós. Desde esta salida, se sigue por la carretera C-35 en dirección a Sant Feliu de Guíxols y se continúa hasta llegar a la C-31, que conduce directamente a s'Agaró.

Al llegar a s'Agaró, se toma la salida hacia el Passeig de Sant Pol y se sigue hasta el número 633, donde se encuentra el hotel. Este recorrido de aproximadamente una hora y media atraviesa paisajes variados, desde la llanura del Empordà hasta la costa escarpada de la Costa Brava.

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