Todo visitante, turista o vecino de Barcelona tiene claro que esta es la ciudad de Gaudí. A pesar de que el arquitecto nació en Reus y tiene obras en distintas partes de Cataluña y España, la capital catalana concentra la mayor parte de ellas y las más destacadas.
A pesar de que la Sagrada Familia, la Pedrera, la Casa Batlló y el Parc Güell son las más visitadas, la ciudad esconde una pieza única, exclusiva y oculta dentro de un inmueble. En concreto, en un hotel de lujo.
La suite de las estrellas
Estrellas del pop de la talla de Michael Jackson, Prince o Madonna lo han podido ver, precisamente porque se han alojado allí. Este hotel, situado en medio de Las Ramblas, es Le Meridien. ¿Pero qué tiene?
Una de sus suites más lujosas, la 514, es una de las más lujosas del hotel. Reflejo de la sofisticación y el lujo que caracterizan a esta cadena de hoteles, tiene una decoración exquisita, muebles de alta gama y comodidades de primera clase.
Músicos y secretos
En su día, esta suite fue diseñada para ofrecer una experiencia inolvidable a sus distinguidos huéspedes. Y no han sido pocos. Desde que Madonna decidiera alojarse allí en los años 90, todos siguieron sus pasos y se transformó en un santuario de creatividad.
El hotel Le Meridien Barcelona se enorgullece de su patrimonio musical y de ser el lugar elegido por leyendas de la música para hospedarse. La suite 514 sigue siendo un testimonio de la capacidad del hotel para brindar experiencias excepcionales, fusionando el lujo con la creatividad artística. Pero es que, además, esconde una sorpresa.
El Gaudí oculto
Entre las maderas nobles que lucen en la habitación, no pasa desapercibida una de sus puertas en la que se puede contemplar una exclusiva serigrafía de Antoni Gaudí, un detalle único y oculto en la ciudad, que sólo pueden disfrutar aquellos que paguen el precio de una noche en la suite 514.
Gente como Luciano Pavarotti y el mismísimo Stephen Hawking pudieron hacerlo. Y es que tal vez no será la suite con mayores lujos de la ciudad, pero sí la única que puede vanagloriarse de tener una serigrafía del arquitecto modernista.