El daño cerebral adquirido (DCA) es la discapacidad originada por una lesión repentina en el cerebro como pueden ser ictus, traumatismos craneoencefálicos, anoxias, tumores o infección cerebral.

Concretamente, el ictus es la principal causa. Según datos de FEDACE (Federación Española de Daño Cerebral), de los más de 104.000 nuevos casos de DCA que se producen anualmente, más de 99.000 son debidos a estos accidentes cardiovasculares.

Causas y síntomas

Esta dolencia se caracteriza por su aparición brusca y por las variadas secuelas que presenta según el área del cerebro lesionada y su gravedad, explica el doctor Joaquim Casañas, coordinador de la Unidad de Neurortopedia y Neurorehabilitación del Hospital Universitari General de Catalunya.

Concretamente, el ictus tiene lugar porque se produce un trastorno brusco de la circulación cerebral, se interrumpe el flujo sanguíneo en el cerebro, alterando en consecuencia el funcionamiento de dicho órgano. Sus células, ante la falta de oxígeno, dejan de funcionar y quedan dañadas, de forma que se alteran las funciones que esa zona desempeñaba.

Doctor Joaquim Casañas, coordinador de la Unidad de Neurortopedia y Neurorehabilitación del HUGC CEDIDA

Los síntomas del ictus son: pérdida de fuerza o de sensibilidad; visión doble; sensación de vértigo; alteración repentina del habla; dolor de cabeza súbito; debilidad en la cara, en el brazo y en la pierna de un lado del cuerpo.

Secuelas

Casañas advierte de que su pronta detección es fundamental de cara a tener más o menos secuelas y pone como ejemplos que pacientes que son tratados desde el primer momento logran casi una rápida o casi total recuperación. En cambio, el 30% de los pacientes con ictus, según la Federación Española del Ictus (FEI), presenta problemas de discapacidad como parálisis, problemas de equilibrio, déficits cognitivos, o trastornos del habla.

Entre las complicaciones del DCA existen secuelas en el ámbito motor como parálisis, disminución de fuerza (paresias) o de la tensión y rigidez en los músculos (espasticidades).

El doctor Casañas señala que pueden producirse secuelas cognitivas como problemas de memoria, en la capacidad de mantener la atención, desorientación, confusión, alteraciones emocionales, irritabilidad, depresión, apatía, entre otras; secuelas en la comunicación con dificultades para leer, utilizar o comprender palabras, para producir sonidos; alteraciones sensitivas y sensoriales o secuelas en el nivel de alerta.

Los cuidados

El especialista del HUGC remarca que estas lesiones requieren de una atención especial para la reinserción del paciente a la vida cotidiana a ser posible o minimizar su grado de secuelas. “La efectividad de los programas de rehabilitación está demostrada. La unidad que coordino ofrece atención integral e individual desde las primeras 24 horas”, señala.

La cirugía es una herramienta muy importante en la mejora de la función de estos pacientes.

“La atención inmediata y completa permite valorar de forma objetiva el estado inicial del paciente y su posible pronóstico. La mayoría, individuos en fase de secuelas establecidas alrededor del año, no sabe que probablemente su situación puede mejorar con la Neurorehabilitación y la cirugía selectiva, permitiéndole tener una mejor calidad de vida”, añade el neurólogo. 

Atención multidisciplinar

“El abordaje multidisciplinar por parte de unidades de Rehabilitación y Fisioterapia y logopedia expertas en este tipo de pacientes”, subraya el especialista, “junto con el abordaje o la oferta quirúrgica de cirujanos experimentados en la patología de nervios y de las parálisis puede suponer un cambio de la calidad de vida muy significativo en estos pacientes, se debe comunicar que habitualmente alrededor de un 70% de los pacientes en el estado de secuelas pueden presentar mejoría de su función tras algunos tipos de cirugía muy especializada que se pueden ofrecer en nuestra unidad”.

La Unidad de Neurortopedia y Neurorehabilitación del Hospital Universitari General de Catalunya está destinada preferentemente a la atención de personas con daños cerebrales adquiridos, en la médula espinal y el nervio periférico.

El objetivo de la misma es optimizar el tratamiento a través de una atención multidisciplinar, integral, e individualizada con evaluaciones sistemáticas y un enfoque holístico. Esto permite dotar al paciente y su entorno de un conjunto de cuidados en el proceso de rehabilitación y ofrecer técnicas quirúrgicas para restaurar funciones de parálisis o espasticidades, con músculos tensos o rígidos, e incluso restituir funciones perdidas.

En la Unidad se ofrece tratamiento rehabilitador y quirúrgico a lesionados cerebrales, medulares y de nervio periférico y de dolor neuropático, para facilitarles su restitución funcional y una mejora de sus actividades. “Este grupo de lesionados suele desconocer las grandes posibilidades de mejora tras el diagnóstico y estabilización de la lesión. Es realmente una lástima el profundo desconocimiento que existe de mejora en este segmento de pacientes", reconoce el doctor Casañas.

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