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Las ZBE, el paso previo hacia unas ciudades fluidas y sostenibles
Abertis Mobility Services, división tecnológica del Grupo Abertis, trabaja en la implementación de Zonas de Bajas Emisiones con el objetivo de ofrecer soluciones para una mejor gestión del tráfico
22 diciembre, 2021 00:10Una de las consecuencias que ha ocasionado la pandemia del coronavirus es una mayor congestión urbana propiciada por el abandono del transporte público en favor del vehículo privado. El temor al contagio ha recuperado el fervor por el coche y las consecuencias no se han hecho esperar: más contaminación y peor gestión del tráfico.
Las ciudades, sobre todo las más pobladas, necesitan soluciones. Y las necesitan ya. Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) surgen como la alternativa más efectiva para hacer de los centros urbanos núcleos de vida más sostenibles. Y eso pasa por encontrar nuevos modelos de movilidad, ya que el transporte es el responsable de un gran porcentaje de los gases de efecto invernadero (GEI).
Directos a la sobrepoblación
En los próximos años, el número de estas zonas aumentará de forma exponencial, al ser una de las medidas incluidas dentro del plan ‘España 2050: fundamentos y propuestas de una estrategia nacional a largo plazo’, alineado con las políticas de la Unión Europea para reducir estas emisiones.
Naciones Unidas y el Banco Mundial alertan de que 4.000 millones de habitantes viven en ciudades y que en 2050 lo hará el 70% de la población mundial. Este balance implica que entre 1.000 y 1.500 millones de personas en el mundo se van a incorporar a las ciudades en los próximos años. España, donde se vende un millón de coches cada año, no es un país ajeno a esta problemática.
Menos coche
Esta situación exige soluciones y modelos que reduzcan tanto la congestión de vehículos como la contaminación para potenciar la creación de espacios destinados a la movilidad sostenible, segura y saludable.
Estas acciones pasan por la implantación de políticas y mecanismos que desincentiven el transporte privado y requieren una mayor inversión en transporte público para aumentar su capacidad y hacerlo más eficiente. De este modo, el carril bici y la peatonalización ganarán protagonismo.
La ZBE de Abertis
Y esta solución llegará de la mano de Abertis, líder mundial en la gestión de autopistas de peaje e infraestructuras. Abertis Mobility Services (AMS), división de servicios de tecnología del grupo, ha firmado un acuerdo con Yunex Traffic, una empresa de Siemens especializada en sistemas de tráfico inteligentes, para desarrollar su propia ZBE y ofrecer soluciones end to end.
La compañía cuenta con una amplia experiencia en control y gestión del tráfico urbano y en el uso de la tecnología más innovadora. Su plataforma, flexible y escalable, se complementa con el análisis de lo que necesita cada ciudad y una labor de asesoría en ayuntamientos para adecuar el sistema que mejor se adapta a las necesidades de cada municipio.
Datos alarmantes
Según la OMS, nueve de cada diez personas respiran aire altamente contaminado y datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente afirman que cada año en España hay 33.200 muertes prematuras causadas por la mala calidad del aire. Son datos alarmantes, que muestran la necesidad de un cambio de paradigma en la gestión inteligente del tráfico urbano.
La solución no pasa únicamente por sustituir los vehículos de combustión por vehículos eléctricos, que son menos contaminantes. En el futuro, cuando la mayoría de los coches sean eléctricos no habrá contaminación, pero sí congestión porque las ciudades seguirán saturadas de vehículos.
Plazo hasta 2023
En este sentido, resulta muy adecuada la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, impulsada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que obliga a los ayuntamientos de los municipios de más de 50.000 habitantes a implantar Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) antes de finales de 2023.
Estas zonas permitirán controlar el acceso de los vehículos más contaminantes a los centros urbanos, lo que incidirá directamente en la reducción de la contaminación acústica y del porcentaje de siniestralidad. Como medida complementaria, se aplicará un sistema tarifario para poder circular que posibilitará generar recursos para reinvertir en mejoras en el transporte público, tecnología e infraestructura de movilidad sostenible.
El ejemplo de Londres
En Londres se ha consolidado un sistema integrado de Pago por Congestión y Zonas de Bajas Emisiones. En tres años consiguió reducir en un 50% el número de vehículos antiguos y contaminantes en su centro urbano. En total, 17.400 coches contaminantes menos y el equivalente a un atasco de 48 kilómetros de largo.
Con esta limitación de entrada a los vehículos, se consiguió una reducción del 44% del dióxido de nitrógeno (NO2) y un 94% de los londinenses dejaron de estar afectados por la mala calidad del aire. Además, los ingresos que se generan por el Pago por Congestión son reinvertidos en mejorar el sistema de transporte público, en la habilitación de más carriles bici y una mayor infraestructura peatonal en los espacios urbanos.