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Gastronomía

El plato favorito del otoño en Cataluña: la receta de cuchara rica en vitaminas y minerales

Una elaboración, sencilla y rápida, con productos de temporada y que gusta a todo tipo de paladares

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Con la llegada del otoño, los platos de cuchara vuelven a ser los grandes protagonistas de nuestras mesas. El cambio de temperatura invita a buscar recetas reconfortantes, que calienten el cuerpo y el alma. Guisos, sopas y cremas se convierten en el centro de las comidas familiares, llenando las cocinas con aromas intensos y evocadores. Es una época en la que los productos de temporada, como las setas, las legumbres o las calabazas, se transforman en auténticos manjares, que nos conectan con la tradición y el sabor de lo casero.

Receta otoñal

Si quieres sorprender a tus invitados con una receta sencilla y muy sabrosa, te presentamos esta: crema catalana de calabaza. Ingredientes:

  • 225 g de calabaza.
  • 2 g de sal.
  • 175 ml de nata líquida.
  • 2 huevos.


Para su elaboración, primero coceremos la calabaza en el horno a 190 ºC, hasta que esté blanda. La pelaremos y sacaremos las semillas. Después, calentaremos la nata en un cazo en el fuego. Cuando empiece a hervir, la retiraremos del fuego y la verteremos en el bol de la calabaza, junto con un poco de sal y los huevos. Trituraremos bien con el túrmix y colaremos la crema.
Es aconsejable poner un dedo de crema en un plato, taparlo dos veces con papel film y ponerlo en el horno encima de una bandeja con agua durante unos 10 minutos a 150 ºC. Sacaremos el plato, retiraremos el papel film y lo reservaremos unas 6 horas en la nevera.
En el momento de servir la crema, añadiremos azúcar por encima y lo quemaremos con un soplete o un quemador de crema. ¡Y listo!

Propiedades de la calabaza

La calabaza destaca por su elevado contenido de agua y su bajo aporte calórico, lo que la convierte en un alimento ligero, pero nutritivo. Aporta, principalmente, hidratos de carbono (en forma de azúcares simples y almidón) con cantidades moderadas de fibra dietética (lo que favorece la salud digestiva).

Las grasas son mínimas en la pulpa, si bien las semillas de la calabaza contienen lípidos saludables (principalmente ácidos grasos insaturados como el oleico y linoleico). También, es rica en vitaminas A (en forma de carotenoides como el betacaroteno), vitamina C, vitamina E y vitaminas del grupo B (como el ácido fólico). Contiene minerales como potasio, magnesio, hierro, calcio y fósforo.

Además, posee compuestos fitoquímicos antioxidantes (carotenoides, flavonoides, fenólicos) con capacidad para neutralizar radicales libres y ejercer efectos antiinflamatorios, anticancerígenos y protectores celulares.

En personas con problemas de regulación glucémica, conviene moderar su consumo en exceso, especialmente, en las formas más procesadas o dulces. Además, como sucede con otros alimentos ricos en betacarotenos, un consumo extremadamente elevado puede provocar una coloración amarillenta de la piel (carotenoderma), aunque sin consecuencias patológicas graves. 

Calabaza

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