El plato típico de Cataluña que ha sido elegido como una de las peores comidas del mundo: su origen remonta al siglo XIX y con raíces humildes

Cataluña es sinónimo de excelencia culinaria. Desde los fogones de vanguardia hasta los guisos más arraigados en la tradición, esta comunidad ha conquistado paladares dentro y fuera de sus fronteras.

Sin embargo, este año protagonizó un sorprendente episodio en el panorama gastronómico internacional: uno de sus platos más emblemáticos ha sido incluido enntre las 20 peores comidas del mundo.

La decisión proviene de Taste Atlas, una reconocida plataforma que cataloga recetas y platos típicos de todo el planeta. Su último ranking,  generó cierta polémica y desconcierto, especialmente entre quienes conocen la riqueza y diversidad de la cocina catalana.

Un plato típico de la gastronomía catalana en el centro de la polémica

Efectivamente, el plato señalado por TasteAtlas ha sido nada menos que las faves a la catalana, una receta humilde pero cargada de historia y sabor.

El ranking, elaborado a partir de más de 500.000 valoraciones de usuarios verificados, podría generar cierta controversia o polémica, si se tiene en cuenta que incluye preparaciones que gozan de prestigio dentro de sus países de origen.

El veredicto internacional

Esta lista con las 100 comidas peor valoradas del mundo se basó en el veredicto de casi 600.000 usuarios registrados, aunque se filtraron solo los votos verificados para evitar trampas y sesgos nacionales.

Situada en el puesto 16 del listado, este plato típico del recetario tradicional catalán obtuvo una puntuación de apenas 2,3 sobre 5.

Igualmente, las faves a la catalana aparecen acompañadas por otras dos recetas españolas: el bocadillo de carne de caballo (Valencia) y las angulas a la cazuela (País Vasco).

A nivel global, comparten espacio con platos como el blodpalt (sangre y harina de reno de Finlandia) o el hákarl islandés (carne fermentada de tiburón).

En qué consiste este tradicional plato

Este plato representa la cocina de proximidad y de temporada que ha caracterizado durante siglos al interior de Cataluña.

Se trata de un guiso elaborado con habas tiernas, butifarra negra, panceta, cebolla, tomate, vino blanco, ajo y especias como el pimentón dulce o picante. Cocinado a fuego lento, tiene una textura cremosa y un sabor profundo, muy apreciado especialmente en los meses fríos.

Ingredientes de este plato típico catalán Mercado Calabajio

Históricamente, las faves a la catalana eran una receta de campesinos, cocinada con ingredientes locales y económicos. Su origen se remonta al siglo XIX, cuando los ingredientes eran locales, económicos y disponibles en casi cualquier hogar campesino de la región. 

Su éxito ha llegado hasta los menús de muchas masías y restaurantes rurales del interior de la región que siguen sirviéndolas, especialmente en las provincias de Girona, Lleida y Tarragona.

Se trata así de un guiso de raíces humildes, propio de la cocina casera catalana, que ha pasado de generación en generación.

Faves a la catalana Mercat de Lesseps

Cataluña, baluarte gastronómico más allá de los rankings

Resulta irónico que una región que ha dado al mundo algunos de los chefs más influyentes de la historia reciente —como Ferran Adrià o los hermanos Roca— aparezca en un ranking tan desfavorable. Pero la realidad es que la gastronomía catalana es mucho más que una puntuación internacional.

Las faves a la catalana son solo una muestra del patrimonio culinario que incluye también platos como el pa amb tomàquet, la escudella i carn d’olla, los calçots, la coca de recapte o la famosa crema catalana.

Una receta que no necesita defenderse

Cataluña no tiene que justificarse. Su cocina se basa en productos de temporada, respeto por la tradición y creatividad sin perder el vínculo con la tierra. Las faves a la catalana son un claro ejemplo de ello: un plato reconfortante, lleno de matices y con una fuerte carga simbólica.

Faves a la catalana Mercado Calabajio

Los rankings van y vienen, pero la tradición permanece. Y pese a todo, las faves a la catalana seguirán formando parte del recetario familiar y de los menús de invierno de la región.