Fotomontaje Anna Recetas fáciles y huevos tontos

Fotomontaje Anna Recetas fáciles y huevos tontos CANVA

Gastronomía

Anna Recetas Fáciles, gastroinfluencer, lo confirma: "Con pocos ingredientes y pasos simples se puede disfrutar de una rica comida tradicional"

Es típico de la gastronomía aragonesa, especialmente, de la zona de Jiloca y Teruel, aunque también existe en otras ciudades de España

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Instagram o TikTok han transformado la forma en la que descubrimos recetas, ofreciendo contenido visual altamente atractivo y accesible. Según datos recientes, más del 50 % de los usuarios prefiere contenido de cocina frente a tutoriales o reseñas, y hasta el 97% ha probado elaboraciones que vio en redes sociales, con el 77% señalando que mejoraron sus habilidades culinarias gracias a ello.
Este tipo de recetas cortas, a menudo en formato vídeo o imágenes paso a paso, resultan muy efectivas porque muestran claramente el proceso, generando confianza y hasta reduciendo el desperdicio de alimentos.

Además, nos conectan con nosotros gracias a la relación que generamos con los creadores. A través de experiencias y sentimientos de comunidad o pertenencia, los influencers culinarios fomentan una intención fuerte de imitar lo que vemos, especialmente cuando el contenido es educativo y entretenido. 

Origen de los huevos tontos

Los huevos tontos son una receta emblemática de la gastronomía aragonesa, especialmente, frecuente en la zona de Jiloca y Teruel, aunque también existen variantes similares en otras partes de España. Se trata de una preparación humilde cuya base principal es pan duro remojado en leche, mezclado con huevo, ajo, perejil y, en ocasiones, con otros ingredientes como atún, jamón o sobras de carne. El resultado son pequeñas porciones fritas que recuerdan a los buñuelos o a las croquetas. Su nombre tan peculiar --tontos-- hace referencia a la poca cantidad de huevo utilizado, por lo que el bocado parece engañar la percepción del comensal respecto a su contenido.

El origen de este plato se remonta a épocas de escasez, con raíces posiblemente sefardíes, cuando el pan sobrante era uno de los pocos recursos disponibles y el huevo un producto caro y limitado. Mezclar pan con un mínimo de huevo permitía crear una comida saciante y versátil, que cubría la necesidad alimentaria sin desperdiciar nada. De esta manera, los huevos tontos representan un claro ejemplo de cocina de aprovechamiento, nacida por necesidad, pero que ha perdurado gracias a su sencillez, sabor y capacidad para adaptarse a pequeñas variaciones familiares y regionales.

Huevos tontos

Huevos tontos EE

Receta huevos tontos

Es por eso que no puedes perderte la deliciosa receta de Anna Recetas Fáciles de los huevos tontos. Estos son los ingredientes para 24 unidades:

  • 300 g de pan del día anterior (tipo sobao o pan con mucha miga).
  • 250 ml de leche.
  • 2 huevos.
  • 2 dientes de ajo.
  • Perejil fresco.
  • Sal.
  • Aceite para freír.

Primero, corta el pan en trocitos pequeños y colócalo en un bol. Añade la leche poco a poco y ve mezclando hasta que esté bien impregnado y humedecido, pero no empapado. Agrega los huevos, los ajos y el perejil picados y pon el punto de sal. Mezcla bien hasta integrarlo todo y deja reposar una hora. Cocina los huevos tontos. Pasado el tiempo, dales forma con dos cucharas. Fríe en aceite caliente y, cuando estén dorados, por todos los lados, retíralos en un plato sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite. También, puedes darles esa forma alargada con las manos. Unta tus manos de aceite y dales forma. Lo mejor es que utilices pan con mucha miga.

Propiedades de los huevos

Los huevos son una fuente excepcional de proteína completa, ya que aportan los nueve aminoácidos, esenciales, en proporciones equilibradas que el cuerpo necesita y que no puede producir por sí mismo. Su valor biológico es muy alto, lo que significa que el organismo los aprovecha de manera extremadamente eficiente. Además, contienen alrededor de seis gramos de proteína por huevo grande, con solo 70 calorías, lo que los convierte en un alimento altamente nutritivo y saciante.

Más allá de la proteína, los huevos contienen una variedad impresionante de vitaminas y minerales: vitaminas A, D, E, B₂, B₁₂, folato, riboflavina, pantoténico y minerales como selenio, hierro, fósforo, zinc y yodo, presencia notable de colina (crucial para la función cerebral) y antioxidantes como luteína y zeaxantina, que ayudan a proteger la salud ocular y celular.

Aunque tienen colesterol, estudios recientes sugieren que el consumo moderado (hasta uno diario) no incrementa, significativamente, el riesgo cardiovascular en personas sanas e incluso puede elevar el colesterol bueno HDL y mejorar la saciedad, ayudando a controlar el peso y la composición corporal.

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