De gasolinera a restaurante de la guía Michelín: la increíble historia de esta joya gastronómica que conquista a los famosos
De gasolinera a restaurante de la guía Michelin: la increíble historia de esta joya gastronómica que conquista a los famosos
Por este icónico restaurante ha pasado desde los integrantes de la banda U2 hasta el rey emérito Juan Carlos I y Robert De Niro
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El mundo de la alta gastronomía está lleno de historias sorprendentes, pero pocas tan inesperadas como la de un restaurante catalán que pasó de ser un modesto bar de carretera a convertirse en un referente culinario con estrella Michelin.
Lo que comenzó como un pequeño negocio familiar terminó cautivando no solo a comensales exigentes, sino también a celebridades y figuras de renombre, incluido el rey emérito Juan Carlos I.
Un rincón inesperado en la carretera
Este icónico restaurante no se encuentra en el centro de Barcelona, sino a unos cuarenta minutos en coche, en plena carretera nacional N-II. A simple vista, su ubicación podría parecer poco común para un establecimiento de alta cocina, pero es precisamente su historia y su arraigada tradición gastronómica lo que lo han convertido en un lugar de culto para los amantes de la buena mesa.
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Aquí no es posible aparcar justo en la puerta, pero eso nunca ha sido un impedimento para sus fieles clientes. Su fama ha trascendido fronteras, atrayendo a figuras internacionales como la banda U2 y, por supuesto, a Don Juan Carlos, quien quedó fascinado con sus sabores y su esencia catalana.
El Hispania de Arenys de Mar: un templo de la cocina catalana
El restaurante en cuestión es el Hispania de Arenys de Mar, fundado en 1952 como un sencillo bar de carretera. Lo que comenzó como un negocio modesto pronto se convirtió en un referente de la gastronomía catalana, gracias a la dedicación y talento de sus creadoras: Paquita y Lolita Rexach, hijas de Rosario Suró, la fundadora del establecimiento.
Durante décadas, el Hispania ha mantenido intacta la esencia de la cocina catalana, apostando por recetas tradicionales que han pasado de generación en generación. Este enfoque le valió el reconocimiento de la Guía Michelin, que en dos ocasiones le otorgó su prestigiosa estrella.
Tradición y excelencia en cada plato
Hoy en día, el restaurante sigue en manos de la familia, con Raimon Braun Rexach y Marta Aulestia al frente. Su propuesta sigue fiel a la filosofía original: platos elaborados con productos de temporada, respetando el recetario tradicional y la esencia de la cocina casera.
Entre sus especialidades destacan el suquet de almejas, un guiso marinero con el auténtico sabor del Mediterráneo, el fricandó con berenjenas, los garbanzos con pilota y el cap i pota con samfaina. También es muy solicitado el pollo de payés al escabeche, una receta que resalta la sencillez y la calidad del producto. Para quienes buscan un toque más sofisticado, la langosta guisada con patatas es una opción imperdible.
Un restaurante que enamoró al rey emérito
A lo largo de su vida, Juan Carlos I ha sido un gran aficionado a la gastronomía y, aunque muchos de sus restaurantes favoritos han sido conocidos, pocos saben que este rincón en la periferia de Barcelona fue uno de los que más lo cautivó.
Su primer encuentro con el local se remonta a 1973, cuando, durante unas festividades en la zona, el entonces monarca decidió hacer una parada inesperada. La experiencia fue tan placentera que, al día siguiente, regresó para seguir disfrutando de sus platos.
En aquella visita, probó la cazuela de asado de fiesta mayor, un guiso tradicional que lo conquistó de inmediato. “Qué feliz he sido con esta cocina tan casera”, expresó en su momento, dejando claro que el lugar había dejado una huella en su memoria gastronómica.
Un lugar que ha conquistado a grandes personalidades
La lista de ilustres visitantes no se limita al rey emérito. El Hispania ha recibido a figuras de la talla de Gabriel García Márquez, Manuel Vázquez Montalbán, Joan Manuel Serrat, Ferran Adrià e incluso a diseñadores como Pertegaz. Actores de Hollywood y artistas internacionales también han pasado por sus mesas, atraídos por su reputación y su cocina honesta y excepcional.
Lejos de perder su esencia con el tiempo, el Hispania de Arenys de Mar sigue siendo un símbolo de la tradición gastronómica catalana. Lo que un día fue un sencillo bar de carretera es ahora un destino obligado para los amantes de la buena mesa, con una historia que demuestra que el talento, la pasión y la autenticidad pueden llevar a cualquier lugar, incluso a la guía Michelin.
