
Pan con tomate
Ni por receta ni por originalidad culinaria: el origen del 'pa tumaca' nació de la necesidad del siglo XIX
El rico y sencillo alimento, que llegó a popularizarse en París, de la mano de un escritor
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Las recetas catalanas están llenas de curiosidades que hacen única su gastronomía. Muchas de las recetas tradicionales se basan en el uso de productos frescos y locales, adaptados a cada estación del año, lo que da lugar a una cocina de raíz, pero con un toque innovador.
Además, algunas preparaciones tienen orígenes muy antiguos, como las sopas y caldos, que eran alimentos de supervivencia en tiempos difíciles, pero hoy se han convertido en auténticos manjares. Tiene una enorme variedad de platos festivos, muchos de los cuales se preparan solo en ocasiones especiales, lo que refleja la riqueza cultural de la región y su amor por compartir una buena comida en comunidad.
El origen del pan con tomate
Ni los temas culinarios están libres de recelos ideológicos y es que siempre ha existido duda de donde se originó el 'pa amb tomàquet'. Lo que está claro es que, a día de hoy, no solo es popular entre los catalanes, sino que una de las formas más comunes de denominarlo es: 'pan tumaca', 'pantumaca' o 'pa amb tomaca/tomàquet'.
¿Pero de dónde surge? Hace más de 35 años, el escritor y gastrónomo Néstor Luján dio cátedra sobre la historia 'oficial' del pan con tomate. El 19 de junio de 1984 publicó en el diario 'La Vanguardia' un artículo en el que desvelaba un dato que desde entonces se ha copiado, sobado y tergiversado tanto que merece la pena acudir a la fuente original. Decía así: "la primera mención -al pan con tomate- en la literatura catalana, que yo conozco, data precisamente de un siglo justo, en 1884, cuando el humorista Pompeu Gener escribe a su amigo el conde de Foxá desde París...".

Pan con tomate
Pompeu o Pompeyo Gener Babot (1846-1920) fue un ensayista y dramaturgo barcelonés que se codeó con lo más de la bohemia parisina, y según Luján fue allí en la capital francesa, donde apuntó unos versos que mencionan el sacrosanto vianda: "Lo que menjàrem certa nit, ço és, pa amb oli amanit amb tomaca e bon profit, s'ha fet de moda..." Que traducido al castellano quiere decir: "Lo que comimos cierta noche, es decir, pan con aceite aderezado con tomate y buen provecho, se ha puesto de moda".
Pain à la tomate. Oh! la, la!
El poema proseguía diciendo que aquel manjar había sido probado –y aprobado– por las escritoras Juliette Adam y Judith Gautier, y que incluso la célebre actriz Sarah Bernhardt se había preparado una rebanada. El problema de este dato es que no se sabe de dónde lo sacó. ¿Lo vio entre los papeles que Gener guarda en el Archivo Histórico de Barcelona o acaso se lo enseñó el destinatario de la carta?
Aú sin ver el documento original, el mundo decidió fiarse a pies juntillas de Luján. Curiosamente, su aporte ha servido para que los catalanes presuman de que el 'pa amb tomàquet' es centenario y, también, para que algunos detractores esgriman que si Gener conoció el plato en Francia, entonces no se puede ubicar su invención en Cataluña.
Lo que cuenta el poema es que el 'pantumaca' se había puesto de moda entre las élites intelectuales de París. Quien leyera aquella carta en 1884 se habría reído, captando perfectamente el chiste, mientras que las personalidades parisinas se ponían moradas a pan con tomate.
Origen humilde
El pan con aceite, ajo o tomate restregado era un alimento humilde, propio de gentes rústicas o de quienes se veían obligados a aprovechar el pan duro. Por eso el poema de Gener resultaba gracioso, y por esa misma razón los autores teatrales, Eduart Vidal y Rossendo Arús. Por eso, decidieron presentar a uno de sus personajes comiendo, este alimento, para que el público supiera que era un hombre de gustos simples y pocos medios.
Lo hicieron en 'La taberna', un drama estrenado en el barcelonés Teatre Tívoli el 15 de marzo de 1884 y cuyo libreto fue editado aquel mismo año. Un lustro antes, el 17 de abril de 1879, el semanario 'L'esquella de la Torratxa' publicaba la última entrega de un folletín firmado por C.Gumá -alias de Juli Francesc Guibernau-, 'La novela de la vida'. Su protagonista muere, va al cielo y se encuentra a San Pedro zampándose tan ricamente una rebanada de pan con tomate. Comer aquello era símbolo de campechanía, sencillez o de ser más de pueblo que las amapolas.

Pan con tomate
En el año 1881, la prensa madrileña destacó, sobre la muerte a los 102 años de un ermitaño veterano de la guerra de la Independencia, que su principal alimento consistía en pan con tomate.