Los dulces de Navidad son una de las tradiciones más queridas y esperadas de estas fiestas, un festín de sabores que se transmite de generación en generación. Cada país, y cada región, tiene sus propias especialidades, pero lo que todos comparten es el amor por las recetas caseras que, además de ser deliciosas, llenan los hogares de un ambiente festivo y acogedor. En España, por ejemplo, los turrones, los polvorones y los mazapanes son imprescindibles en cualquier mesa navideña. Los turrones, en su versión de almendra y chocolate, se encuentran en casi todas las casas, mientras que los polvorones, con su textura suave, son el símbolo de la tradición más casera. Los mazapanes, por su parte, son perfectos para quienes adoran los sabores dulces y almendrados y nunca faltan en las reuniones familiares.
Receta de canelones de mel i mató
Si quieres sorprender a tus invitados con el postre de Navidad te proponemos una receta sencilla y rápida: canelones de mel i mató. Primero de todo, apunta los siguientes ingredientes:
- 200 ml de agua.
- 200 g de miel.
- 3 g de agar-agar.
- 250 g de mató.
Cabe decir que el agar-agar es extracto derivado de algunas algas que tiene un poder gelificante diez veces superior a la gelatina animal, las mal llamadas colas de pescado. Con cinco gramos de agar-agar en polvo, hay bastante para gelificar un litro de líquido. De hecho, se puede encontrar en forma de tiras, para poner en las ensaladas, en copos o en polvo, que es más fácil de disolver. Es una fibra saciante, reguladora del tránsito intestinal, con muy pocas calorías y eliminadora de los excesos del colesterol.
Para la elaboración seguiremos los siguientes pasos: En un cazo, mezclar el agua y la miel. Incorporar el agar-agar y remover bien para que no haga grumos. Después, poner el cazo en el fuego y dejarlo hervir durante 1 minuto. A continuación, verterlo sobre una bandeja, de forma que quede una lámina muy fina y dejarlo cuajar un par de horas. Cortar la gelatina en rectángulos de la medida del canelón que queremos hacer y con la ayuda de una manga de pastelería, rellenar cada canelón con el mató.
Finalmente, envolver los canelones, colocarlos en el plato y decorarlos al gusto.
Canelón de mel i mató
Origen del mel i mató
Para empezar el mató, es un queso fresco típico catalán, que se diferencia de otros quesos porque tiene una textura cremosísima y es mucho más ligero.
Su origen es medieval, se elaboraba con leche de cabra u oveja y se fabricaba de forma artesanal haciendo hervir la leche y coagulándola con un elemento vegetal como la flor de cardo, el jugo de limón o un elemento animal (el cuajo).
El producto surge como resultado de filtrar, mediante un trapo, en recipientes de mimbre o caña. Por eso, se obtiene una masa pastosa de color blanco, ligeramente, dulce por efecto de la concentración de la lactosa.
La fabricación industrial utiliza el mismo principio físico-químico, pero se utiliza leche pasteurizada y depósitos de acero inoxidable de gran capacidad. El mató se consume como postre y la forma más tradicional para endulzarlo es la miel, dando origen al mel i mató.
Mel i mató