Jéssica Albiach
La derecha, desde el PP a Aliança Catalana, suele atacar al Govern de Salvador Illa con la insinuación de que Jéssica Albiach es quien realmente le marca la agenda. No es así en asuntos como la ampliación del aeropuerto de El Prat o el proceso de normalización institucional que ha vivido la Generalitat con la llegada de los socialistas, pero los Comuns sí hacen valer su condición de indispensables para la mayoría progresista del Parlament en cuestiones como vivienda, y siguen estirando el chicle.
Ayer anunciaron un grupo de trabajo compartido con el Ejecutivo para estudiar la prohibición de la compra especulativa de vivienda, que derivará en un informe "que valore la posibilidad" de prohibir a la gente adquirir un segundo inmueble en la misma localidad. Una medida que los empresarios naturalmente rechazan y que muchos tildan de comunista por su alto grado de intervencionismo, que aseguran no resolverá el grave problema de acceso a pisos accesibles.
Asimismo, siguen haciéndose de rogar con los presupuestos. Una carpeta que el Govern necesita desencallar para poder seguir adelante en la legislatura con cierta tranquilidad y que, cortesía tanto de los Comuns como de ERC, seguirá sin resolverse al menos hasta principios de 2026. En Palau son optimistas, y ya vislumbran un ejercicio con nuevas cuentas, pero la ambición de Albiach por marcar la agenda de Salvador Illa sigue pareciendo desmedida. Son seis, por los 42 diputados que tiene el PSC.
