Carles Puigdemont, en Barcelona
Carles Puigdemont (Amer, 1962) ha perdido a una de las pocas voces capaz de imponer una visión crítica y con perspectiva en Junts. El camino por el que el expresidente hace transitar a los posconvergentes —entregados al culto al líder como la antigua Convergencia con Jordi Pujol pero sin un rumbo claro— se ha cobrado los cargos de Jaume Giró en el partido.
El exdirectivo de La Caixa aterrizó en política para ser ‘conseller’ de Economía hasta que los independentistas decidieron romper con el Govern de Pere Aragonès. Hoy, prescinde del carnet y saldrá del Parlament porque siente que está “calentando la silla” bajo las siglas de Junts.
Que Puigdemont como presidente y Jordi Turull como secretario general no hayan sabido mantener un actor con una buena consideración fuera del espacio que lideran, y que goza de las condiciones para ser un buen interlocutor con el resto de partidos, demuestra la ausencia de un proyecto político serio.
Asimismo, la carta pública de Giró, siempre dispuesto a dar su opinión, señala cómo los dirigentes neoconvergentes tienen alterado el orden de prioridades, con los suyos por delante de los de Cataluña y una oposición instalada en el bloqueo permanente.
