Ramón Lamiel, director del Servei de Trànsit de Catalunya
Ramon Lamiel, director del Servei Català de Trànsit (SCT), lamenta el fallecimiento de un ciclista y un motorista la mañana de este domingo en las carreteras de Girona. Con estos, agosto suma cuatro víctimas mortales en las vías catalanas, una cifra relativamente baja teniendo en cuenta la gran cantidad de desplazamientos vacacionales.
Las políticas establecidas por el directivo en el SCT parecen estar dando sus frutos. Sin embargo, todavía no es suficiente para cambiar la tendencia global: 91 muertes en las carreteras en lo que va de año, una menos que en el mismo periodo de 2024.
El mayor reto es prevenir los accidentes en los llamados colectivos vulnerables —motoristas, ciclistas y peatones—, que son los más afectados. De hecho, del total de fallecimientos, 28 han sido de motoristas, cuatro ciclistas y nueve peatones.
Su objetivo es llegar a 2030 con menos de 90 fallecidos anuales, con la ayuda de medidas innovadoras como la IA predictiva o los carriles adicionales. Los datos de agosto le dan un respiro, pero la meta todavía está lejos.
