Ramón Lamiel, director del Servei de Trànsit de Catalunya
La última semana ha sido trágica en las carreteras de Lleida, que se han cobrado tres víctimas en los últimos tres días. El suceso más reciente es un accidente ocurrido en la LV-3321 en Vila-sana en el que ha muerto el conductor de un coche tras salirse este de la vía.
Con este fallecimiento, se eleva a 84 el registro provisional de víctimas mortales en las vías interurbanas de Cataluña en lo que va de año. Durante el mes de julio, han ocurrido 14 de las muertes; sin haber llegado al día 31, ya es una más que el año pasado.
El séptimo mes del 2025 es especialmente funesto en Lleida, pues acumula más de la mitad -nueve- de los fallecimientos. Este mismo lunes, una mujer falleció tras caer el vehículo en el que iba de pasajera delantera por un talud a pocos metros del cementerio de Balaguer. El día anterior, otro hombre murió al chocar contra un turismo, en el que varias personas resultaron también heridas. Ocurrió en Alfés.
Cada muerto en carretera es una losa. Es una vida menos. Pese a los esfuerzos de Ramon Lamiel y el Servei Català de Trànsit, las cifras no son positivas y reflejan una trágica tendencia, especialmente en la zona de Lleida, la más castigada por estos horribles sucesos.
