Stephen Colbert, presentador estrella de la televisión americana

Stephen Colbert, presentador estrella de la televisión americana Cedida / Agencias

Examen a los protagonistas

Stephen Colbert

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Cesado por Trump

El norteamericano Stephen Colbert (Washington, 1964) llevaba años presentando el late show de la CBS, que había heredado del célebre David Letterman, con notable éxito de audiencia. A pesar de ello, pronto le chaparán el programa por unos comentarios sobre Donald Trump que no han sido del agrado del hombre naranja, quien, previamente, le había soltado un chorro de dinero a la CBS. Y, como es de bien nacido ser agradecido, gracias, Donald, y vete a tomar por saco, Stephen (para acabarlo de arreglar, el señor Colbert explicó a su público, con todo lujo de detalles, los chanchullos entre la empresa y el presidente de los Estados Unidos).

No creo que Stephen Colbert tarde mucho en encontrar trabajo (Trump ya le ha echado el ojo a otro disidente catódico, Jimmy Kimmel: ¡calienta, Jimmy, que sales!). Es un tipo ingenioso y con un gracejo más que notable, aunque, con el paso del tiempo, se haya ido convirtiendo en una persona más o menos seria.

Yo lo descubrí hace años, durante estancias en Nueva York, gracias al programa que estuvo en antena entre 2005 y 2014, The Colbert Report, una joya del periodismo alternativo. Colbert interpretaba el papel de un periodista de extrema derecha, una especie de Jiménez Losantos gringo, que entrevistaba a sus invitados desde una óptica delirante y energúmena que, curiosamente, a sus invitados les parecía muy bien. Los que estaban en el ajo y aprobaban el bromazo, aportaban sus propias gansadas extremistas. Pero lo mejor era cuando el invitado era un facha de nivel cinco que, creyéndose que lo de Colbert iba en serio, se lanzaba a negar el holocausto o a citar los inventados Protocolos de los Sabios de Sión.

Colbert llegó a meterse tanto en el papel que, a veces, se llevaba el personaje a casa, para consternación de su mujer y sus hijos. Y así estuvo nueve años, y sin volverse loco (del todo).

El programa de la CBS era más normal. El típico late show de entrevistas y actuaciones musicales en el que Colbert se interpretaba a sí mismo, un tipo educado y simpático acostumbrado, eso sí, a las salidas de pata de banco, fundamentales para cualquier humorista que se respete.

Ahora Donald Trump lo ha incluido en su lista negra mientras insiste en que la lista de su amigo Jeffrey Epstein no existe. Ya ha anunciado que luego irá a por Jimmy Kimmel. Y no sabemos con quién la tomará después, pero basta con que te rías del hombre naranja o que pongas en duda su sapiencia política para que te echen. Es lo que tiene el colocar a un tiranuelo en la Casa Blanca.