Un autobús de Monbus, en archivo
El Aerobús, gestionado en Cataluña por Monbus bajo la dirección de Xavier Cañadas, ha vuelto a recibir críticas por el deterioro percibido en su servicio. Usuarios frecuentes han alertado sobre el desgaste de los vehículos, la falta de rotulación y problemas tanto con el wifi como con la plataforma de compra online.
A pesar de que la concesión se firmó en 2021 con una flota nueva y un contrato de 90 millones de euros, varios testimonios coinciden en señalar que el servicio no ofrece la imagen que se esperaría de una línea que conecta el aeropuerto con el centro de Barcelona.
Desde Monbus se defienden apuntando que los vehículos tienen solo cuatro años y pasan controles periódicos, y que la web se está actualizando para mejorar su funcionamiento. También recuerdan que un informe del AMB señalaba un alto nivel de satisfacción por parte de los usuarios.
Aun así, ese informe se basó en una muestra reducida si se compara con los 5,6 millones de pasajeros que transporta el Aerobús cada año. Todo ello, en un contexto en que las tarifas han vuelto a subir: el billete sencillo alcanza ya los 7,45 euros, lo que refuerza las expectativas sobre la calidad del servicio.
La adjudicación del Aerobús a Monbus ya estuvo marcada por la polémica: la UTE formada por TMB, Moventia y Tusgsal renunció al concurso tras ser investigada por un presunto pacto de mercado. Monbus tomó el relevo con margen de confianza y recursos. Cuatro años después, el debate sobre el estado del servicio apunta directamente a la gestión actual.