
Roderik Schlösser, con una imagen del Sónar de fondo
La promotora Superstruct Entertainment Iberia está en el ojo del huracán tras saberse que el fondo de inversión Kohlberg Kravis Roberts, conocido por las siglas KKR, realizó su compra en el año 2024, haciéndose así con un negocio ingente que aglutina a más de 80 festivales alrededor del mundo, incluido España.
Al frente se encuentran el inglés James Burton y el holandés Roderick Schlösser, un dúo con experiencia en la industria que han estado en Live Nation y el Deutsche Bank, respectivamente. La ambición de la empresa era consolidarse dentro de la industria de música en vivo, un negocio cada vez más pujante en una sociedad que busca la experiencia en vez del anquilosamiento en el sillón.
2018 fue el año de entrada: Superstruct compró un porcentaje de Advanced Music, la empresa catalana que está detrás del festival Sónar, meca de los amantes de la música alternativa en Barcelona. A esta incursión empresarial, le continuarían elRow, el OFFSónar y el Brunch! Electronik.
Lo que fue una apuesta por la proyección de los festivales de música, ahora cuenta con una intervención llena de claroscuros. El fondo KKR participa en la promoción inmobiliaria de los territorios ocupados ilegalmente por Israel en Palestina a través del grupo alemán Axel Springer.
Además, sus dirigentes, Henry Kravis y George Roberts, son conocidos por apoyar las campañas de los republicanos Donald Trump o Nikki Haley, quienes han apoyado abiertamente la ocupación del territorio mediante un conflicto que ya ha provocado la muerte de más de 53.000 personas.