Delfí Geli, presidente del Girona FC, en un partido de Champions
El Girona FC vive de espaldas al drama que atraviesa su hincha más querido. Effah Kingsford, conocido como Sisplau, ve con tristeza cómo el mismo club que echó mano de él para mantener a la afición entretenida en el Estadio de Montilivi a golpe de bombo, evita implicarse en la recaudación de fondos que le permita comprar el piso en el que vive de alquiler con su mujer y tres hijos. Y evitar así el temido desahucio.
El drama de la vivienda ha impactado en la familia del club gironí. Su peña más antigua, la Penya Gironina, hace meses que maniobra para intentar que este difunda la causa, no sin arriesgarse a caer en la indiferencia en cuestiones como el reparto de entradas u otras ventajas como grupo de aficionados. Por el momento, la junta directiva que preside Delfí Geli (Salt, 1969) guarda silencio y se mantiene en la inacción.
La situación es compleja, delicada, aunque nadie pide al dirigente gerundense que participe con un donativo. Los organizadores de la campaña a favor de Sisplau entienden que ello sentaría un peliagudo precedente ante otros aficionados necesitados en lo económico. Pero tratándose de una personalidad de la que saca provecho para alentar al equipo de Míchel, no estaría de más un simple mensaje que diera visibilidad a la causa.
Está en juego el futuro de Effah y de su familia, sin alternativas viables en Salt por la falta de oferta de alquiler a un precio asequible. El próximo 29 de mayo, un juez podría fijar la fecha del desalojo.
