Carlos Torres Vila, presidente de BBVA

Carlos Torres Vila, presidente de BBVA FMBBVA Europa Press

Examen a los protagonistas

Carlos Torres

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El mandamás del BBVA, Carlos Torres Vila (Salamanca, 1966), está de enhorabuena. Su OPA (hostil) contra el Banco de Sabadell ha recibido la aprobación del CNMC y ahora va a por la del consejo de ministros, aunque el presidente del Sabadell, Josep Oliu, parece mostrarse muy contrariado ante el intento de absorción por parte del BBVA. ¿Es de fiar la actitud del señor Oliu o solo pretende sacarle más dinero y más compromisos al señor Torres? Entre banqueros, cualquier cosa es posible, ¿no?

No es difícil comprender el aspecto cabreado de Oliu si uno ha visto la agresiva campaña publicitaria puesta en marcha por Torres para salirse con la suya, campaña que puede calificarse tranquilamente de bullying, de matonismo hacia el Sabadell por medio de una exhibición de fuerza que pretende incidir en los accionistas de Oliu, a base de machacarles con lo bien que les irían las cosas si el banco grande y bueno, el BBVA, absorbiera al banco chiquito, pero matón, contribuyendo así a la felicidad y la fortuna de los clientes de ambas entidades bancarias.

Aunque uno está ya curado de espantos, cuando empezaron a emitir los anuncios de esta campaña, me sorprendió que, en plenas negociaciones, el BBVA se dedicara a comerle la oreja al accionista del Sabadell por boca de un ficticio accionista del BBVA que se dedicaba a abuchararle con el poderío de su banco y todo lo que éste podría hacer por él.

¿Era legal esa clase de publicidad que recurría al chantaje emocional, además de al económico? Y si era legal, ¿no podía considerarse, por lo menos, grosero y de mal gusto? La cosa consistía en inmiscuirse en las negociaciones, tentando al accionista del Sabadell, potenciando su codicia, para inclinar la balanza en la dirección que le convenía al BBVA. Digamos que se trataba de una campaña inusualmente agresiva, más en la línea de cierta publicidad norteamericana que de la que se estila en nuestro continente.

¿Tendría la cosa algo que ver con el hecho de que el señor Torres estudiara en el MIT de Boston, donde se sacó las carreras de Ingeniería Eléctrica y Ciencias Empresariales? ¿O tal vez a su paso por McKinsey & Co. y ENDESA antes de fichar por el BBVA en 2008? Lo que sí demuestra la campaña es la insistencia del banco del señor Torres por quedarse el banco del señor Oliu: de ahí las tácticas, un pelín sucias, de intentar fomentar el ansia de dinero en los accionistas del Sabadell.

Que conste que a mí me da igual si el Sabadell conserva su independencia o es absorbido por el BBVA. Pero no puedo evitar que me fascinen las maniobras de los banqueros, esa gente que, a diferencia de mí, ha entendido a la perfección cómo funciona el mundo y, por consiguiente, han dedicado toda su vida profesional al dinero: esa cosa de la que la gente como yo solo se acuerda cuando no la tiene.