
Laura Caballero, directora de la Agència de Ciberseguretat de Catalunya
El creciente papel de la tecnología en el desarrollo de la vida cotidiana de los ciudadanos ha situado a la ciberseguridad entre las principales preocupaciones de la sociedad. El acceso no autorizado a las redes y el robo de datos personales ha dejado de ser hace tiempo un ingrediente de película bélica o de espías para convertirse en una inquietud más del contribuyente.
Una realidad que hace más que loable y valiosa la labor de la Agència de Ciberseguretat de Catalunya. El incremento en el número de incidentes trasladados al organismo en 2024 respecto del ejercicio anterior, próximo al 30%, es una buena muestra de la importancia que cobra la existencia de un ente que vele por la seguridad del ciudadano a la hora del empleo de las redes.
No es menos cierto que los números también arrojan datos preocupantes en cuanto a la vulnerabilidad de una operativa en la que los datos más sensibles de los usuarios están en continuo peligro. Sin embargo, la creciente e intensa actividad de la Agència redunda en su necesidad y también en la conveniencia de que cuente con mayores medios, habida cuenta del beneficio que su labor supone para la sociedad.
Por lo pronto, supone ya una buena noticia que la directora del organismo, Laura Caballero, que accedió al cargo hace apenas unos meses, haya dado constancia de la mejora de eficacia de los trabajos durante el último año y también de que los incidentes denunciados han reducido su grado de gravedad.