Eloi Planes, presidente ejecutivo de Fluidra / EFE
El plan estratégico de Fluidra se ha hecho esperar. El mercado llevaba a la espera desde comienzos de 2024, pero el complejo contexto económico, en general, y del sector en particular hacía recomendable esperar un momento más adecuado. A tenor del contenido de la hoja de ruta y de la respuesta de los inversores, la decisión no ha podido ser más acertada.
Más allá de cuestiones de calendario, Fluidra ha decidido poner fin a una etapa que ha marcado un antes y un después en la historia de la compañía. Aquel proyecto impulsado por cuatro familias de modestos empresarios de Sabadell, que decidieron unir fuerzas en los años 60 para potenciar sus respectivos negocios, se convirtió en un referente mundial en el sector de las piscinas gracias a la fusión con Zodiac.
No es sencillo poner fin a una etapa que ha permitido a Fluidra nada menos que asaltar el mercado de EEUU, el más exigente y competitivo, además de abordar numerosas operaciones corporativas que han cambiado por completo el perímetro del grupo. Sin embargo, el equipo directivo que lidera Eloi Planes ha mirado hacia adelante en busca de consolidar lo alcanzado hasta ahora.
El plan no deja de ser ambicioso. Con la firme voluntad de seguir creciendo a dígito simple alto, de forma orgánica pero también a través de compras en el mercado, como en los últimos años. Y con apertura de miras a líneas de negocio como los servicios post-venta, la conectividad y la sostenibilidad.
