Anna Navarro i Descals (Barcelona) EUROPA PRESS
Nuevo patinazo de la número dos en la lista electoral de Carles Puigdemont. La diputada de Junts Anna Navarro ha vuelto a protagonizar otra polémica por un episodio lamentable en el Parlament.
En una intervención en la Cámara catalana, Navarro hizo unas declaraciones rayanas en el clasismo: denunció haber sido “desatendida” en un CAP por no ser “inmigrante”, una afirmación que no sólo carece de fundamento, sino que parece reflejar cierta falta de sensibilidad y comprensión.
En concreto, se refirió a una situación de “caos y confusión” que vivió en un ambulatorio para pedir cita y que, según ella, no padecen las personas que llegan a Cataluña desde procedencias distintas a la suya: “Otras personas entran en este país y pueden ir al CAP”.
Navarro -que en el pasado residió en EEUU- aseguró que una enfermera le dijo que “si fuera una inmigrante, le atenderían aquel mismo día”. La diputada de Junts señaló que el hecho de ser una catalana procedente de California le supuso tener que esperar “dos o tres meses”. De resultas de ello, asegura que contrató una mutua privada porque “al venir de Estados Unidos, te lo puedes pagar”.
En su intervención, la política posconvergente destacó que “es horrible, un proceso complicadísimo” regresar a Cataluña después de vivir durante un largo período de tiempo en otro país Y expuso el trato recibido en un centro de salud para pedir cita: “No me querían atender. Llegar aquí y no tener derecho ni de a ir al CAP, porque no tenía una nómina”, lamentó.
No es la primera vez que Navarro protagoniza salidas de tono que, lejos de afianzar su imagen como gran apuesta del expresidente Puigdemont, han alimentado las críticas sobre su idoneidad para el cargo. Entre ellas, una fea peineta el pasado noviembre a dos consellers del Govern, o afirmar que los catalanes tienen suerte porque la universidad en Cataluña es "barata".
