El presidente de ERC, Oriol Junqueras
ERC ha cumplido con sus estatutos y normativa interna al apartar al presidente del partido en la Comunidad Valenciana, Josep Barberà, a causa del juicio oral que tiene abierto por un presunto caso de acoso sexual a la exsecretaria general Maria Pérez.
La decisión se adoptó tras revisar las reglas que establecen la suspensión de la militancia a los afiliados con un juicio abierto. De manera que la dirección valenciana de ERC quedará ahora en manos de una gestora, a la espera de convocar un congreso del partido en los próximos meses.
Los partidarios de Barberà, que asumió el cargo tras la votación del pasado octubre, ya han advertido de que su defensa tomará acciones legales contra el partido y apuntan que el caso se encuentra en fase de instrucción.
Sea como fuere, el político ya fue apartado de su cargo hace más de un año, tras la querella de Pérez, dejando al partido en la misma situación de interinidad en la que se encuentra ahora. Pero una investigación interna de ERC consideró entonces que no había pruebas suficientes.
El paso dado ahora por la formación presidida por Oriol Junqueras, más teniendo en cuenta sus normas internas, es necesario. Pero su gestión del mismo ha sido, cuando menos, errática.
