Cinta Pascual, presidenta de Acra, en un acto

Cinta Pascual, presidenta de Acra, en un acto Cedida

Examen a los protagonistas

Cinta Pascual

Publicada

Cinta Pascual cerrará en los próximos días una trayectoria de nueve años al frente de CEAPs. Su desempeño en la patronal nacional y en la autonómica Acra le ha llevado a tener unas cuotas de visibilidad inesperadas. 

Ahora, la directiva podrá centrarse en el trabajo regional, donde hay un nuevo convenio en negociación y un embrollo con la acreditación de centros que dejó en herencia el anterior Govern de ERC. 

Eso sí, Pascual también tendrá que hacer cierta labor reputacional y de diálogo. Acra ha sido inflexible con el resto de actores de la industria, y también ha concomitado peligrosamente con el nacionalismo catalán. 

No sería descabellado pensar que el fin de su trayectoria nacional es una oportunidad para la ejecutiva. Cinta Pascual tiene una oportunidad para recomponer puentes con el resto del sector y, también, mostrar que las centrales no tienen por qué acercarse a un independentismo catalán que ya es historia. 

Dejar CEAPs es una oportunidad para Acra, y es también una ventana de actuación para Pascual. Hasta que no se aprovechen, demasiadas sombras seguirán cubriendo parte de la encomiable labor de la patronal catalana. 

No es el único momento, pero sí uno que se repite poco. Es hora de aprovecharlo.