El FC Barcelona puede perder para lo que resta de temporada a una de sus principales estrellas: Dani Olmo. La justicia ha denegado al club catalán la cautelar que pedía para prorrogar la inscripción del delantero en La Liga a partir de enero. Un mazazo en toda regla a la gestión de la directiva que preside Joan Laporta.
Y es que La Liga considera que, en caso de haber prosperado la petición del Barça, se habría alterado la igualdad de la competición. Una acusación grave, y que se suma a lo apuntado por el propio juez. Y es que "la finalidad de autorizar el exceso de gasto es para que una baja de larga duración no merme la competición del equipo, no para que la baja de larga duración permita alcanzar la inscripción de jugadores que, con su salario, exceden el límite, que es lo que pretende el FC Barcelona".
El club tiene ahora 20 días para presentar un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial. Y, en esta tesitura, busca soluciones a toda prisa y contra reloj, barajando tres vías para solucionar el caso.
Por un lado, ha interpuesto una demanda paralela ante los juzgados de primera instancia de Barcelona con la misma finalidad de conseguir una medida cautelar.
Por otro, el Barça aspira a recibir una inyección de capital importante con la venta anticipada de unos 8.000 asientos VIP del nuevo Camp Nou, que le reportarían cerca de 200 millones de euros. Y, en última instancia, la directiva se plantearía presentar un aval para cubrir la diferencia que impide la inscripción tanto de Dani Olmo como Pau Víctor.
En definitiva, apaños de urgencia y a la desesperada para intentar arreglar el desaguisado antes de que sea demasiado tarde, y que dejan en evidencia su falta de previsión y mala planificación.