Oriol Junqueras (Barcelona, 1969) se ha estrenado como nuevo mandamás demostrando quien manda aquí. ¿Les suena de algo un tal Xavier Mombiela? Pues es un señor de ERC que, entre otras funciones, le había caído la de investigar el origen de aquella sucia campaña contra los hermanos Maragall conocida como "lo del Alzheimer". Mombiela, al parecer, había distinguido cierta presencia del beato Junqueras en la maniobra de los carteles, pero no pudo acabar de probarse o no había habido el tiempo necesario. Nada más triunfar en las últimas elecciones de ERC, lo primero que ha hecho Junqueras ha sido cesar al tal Mombiela, que no sé si lo van a recolocar en algún rincón del partido o si lo van a poner de patitas en la calle.
De todos modos, que no sufran los amigos de la verdad, ya que la malintencionada investigación del señor Mombiela va a ser sustituida por una Comisión de la Verdad dirigida por Joan Tardà, quien, por cierto, es íntimo amigo del señor Junqueras. Seguro que Tardà encuentra al culpable de lo de los carteles del Alzheimer. Y si necesita ayuda, siempre puede reclutar a su protegido (y de Junqueras) Gabriel Rufián, que seguro que está dispuesto a echar una mano a sus benefactores ahora que podrá seguir hablando castellano en el Congreso y pasando de las críticas que le llegaban por esquivar el catalán desde el NEN y Foc Nou, las candidaturas que perdieron ante el beato.
Todo parece indicar que vienen buenos tiempos para los amigos de Junqueras. Fíjense en Lluís Salvadó, integrante años ha del Dúo Sacapuntas del prusés con Josep María Jové. La de cargos que ha tenido este hombre arrimado al cobijo del beato. Salvadó ha sido alcalde, diputado, secretario de Hacienda cuando el 1 de octubre (aún lo recordamos tirando papeles por el celobert mientras subía las escaleras de su edificio la Guardia Civil) y hasta presidente del puerto de Barcelona. Pues le acaba de caer un cargo nuevo: gerente de ERC. Elegido personalmente por Oriol Junqueras, quien nunca le ha concedido la menor importancia a la ceremonia de graduación como Gañán Máximo de hace unos años, cuando el hombre se cubrió de gloria hablando por teléfono con un colega sobre la mejor manera de elegir consejeras (la paridad y esas cosas, ya se sabe). Salvadó sostenía que lo mejor para elegir consejeras era contratar rumanas o brasileras. Y ya rozando la cima de la elegancia y el savoir faire, remató: "Y si no, la que tenga las tetas más grandes". Si esto lo llega a largar un sociata o un pepero, se le cae el pelo, pero supongo que en un zagal de ERC se consideró una muestra de gracejo de corte rural.
Sostenía el beato que el junquerismo es amor, pero yo diría que también tiene algo de nepotismo, caciquismo y ande yo caliente, ríase la gente.