David Soy

El pasado fin de semana, uno de los clásicos de la OK Liga de hockey patines, disputado entre el CP Voltregà y el Patí Vic, se vio enturbiado por la agresión de un aficionado al jugador visitante Oriol Vives. La acción sucedió a un minuto del final del partido, y Vives no pudo terminarlo.

Aunque el Voltregà, pocas horas después de los hechos, emitió un comunicado para condenar la agresión y ponerse a disposición del afectado y de las autoridades competentes para tratar el caso, no se puede obviar que no se trata de un hecho aislado. 

En noviembre, al acabar un partido entre el equipo local y el CE Noia de Sant Sadurní, un jugador visitante se encontró con que a su coche le habían pinchado las ruedas. Y hace un año, el Liceo de La Coruña abandonó por unos minutos la pista de Voltregà por unos presuntos insultos xenófobos a un jugador argentino del conjunto gallego. 

Volviendo a la cronología de la agresión del reciente derby de Osona, la polémica siguió luego en Catalunya Ràdio. Cuando parecía que el vicepresidente del CP Voltregà, Andreu Caritg, reconocía al 100% la responsabilidad de la entidad, el mandatario transfirió gran parte de la culpa de los hechos a los Mossos d’Esquadra por no haber sabido controlar la zona de aficionados radicales locales.