El empresario y periodista Carles Porta ha sido capaz de erigirse como uno de los reyes del true crime en España. Productos como Crims, o la miniserie Tor, le han aupado como uno de los especialistas en el entretenimiento basado en el crimen.
Eso sí, con su última aventura, la dedicada a la pugna familiar en la aldea pirenaica, el también colaborador de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) parece haber cometido una metedura de pata. Tor ha incluido recursos audiovisuales del abogado Ricardo Gómez de Olarte, que defendió a una de las víctimas, pese a que éste pidió explícitamente que no lo hicieran.
El letrado llegó a enviar un burofax para que no se utilizara su imagen indebidamente. Los responsables de Tor, a excepción de Atresmedia, hicieron caso omiso. Ahora tienen un problema, pues el profesional ha interpuesto una demanda civil millonaria contra las tres productoras y la CCMA.
Por el momento, su escrito ha sido admitido a trámite y ya está en el juzgado. A Porta y a su equipo les tocará defenderse, exponiéndose a una condena ejemplarizante. Y todo ello, por la vanidad de no acatar la petición de uno de los protagonistas, a los que se anuncia incluso en las redes sociales y páginas web.
El abogado pidió no ser parte de un producto de entretenimiento, Porta le desoyó, y ahora tiene un problema de reputación que se podría haber ahorrado.