El poder no lo es todo. El poder no da alas para vulnerar los derechos de los demás. No da permiso para humillar a tus subordinados. Mucho menos, abusar sexualmente de ellos. Saül Gordillo, exdirector de Catalunya Ràdio, creyó que ser el jefe le daba vía libre para hacer y deshacer a su antojo. Igual creyó que nadie osaría hacerle frente. Él era quien mandaba, ¿y qué iba a decir una joven redactora recién salida de la universidad?
Pues esta valiente, junto con otra compañera, no asumieron el silencio y denunciaron la realidad: que Saül Gordillo es un abusador. Afirmación que fue ratificada ayer por el Juzgado Penal 7 de Barcelona, que ha condenado al periodista a un año de prisión por agredir sexualmente a una redactora del medio que dirigía, Principal.
Los hechos se remontan a la cena de Navidad de la empresa del 1 de diciembre del 2022 y, en concreto, a la fiesta que siguió después en una conocida discoteca de Barcelona. Allí, el tribunal considera probado que Gordillo, "con ánimo de satisfacer su deseo sexual y atentar contra la libertad sexual" de la víctima, se acercó "de forma furtiva" a ella y, "de forma disimulada", hasta en dos ocasiones le hizo tocamientos.
¿Con qué derecho?, ¿con qué consentimiento? Con ninguno. Lo hizo con el amparo de ser el jefe y de imponer su deseo a la libertad de una joven que nunca deseó ser objeto de dichos tocamientos. La víctima acudió horas después de los hechos al CAP Villa Olímpica con un cuadro de ansiedad. A continuación, le dieron la baja laboral.
Hay que recordar que existe otra causa contra el también exdirector de Catalunya Ràdio, por otra denuncia de agresión sexual esa la misma noche. Otra redactora de Principal asegura que Gordillo la agredió sexualmente en un coche, cuando la llevaba a casa tras la cena de empresa.