Es una herencia envenenada en la que no tiene responsabilidad alguna, pero como actual alcalde de Sant Cugat, Josep Maria Vallès Navarro debe poner orden en el Mercat Vell y aclarar y corregir las deficiencias que permitieron sus antecesores políticos.
El asunto es que el mercado inició operaciones con una licencia falsa, con un documento en el que se mencionaban cuestiones que no existían en la realidad, con la pertinente vista gorda de los entonces gestores municipales (la extinta CiU). A ello hay que añadir que, tras la pandemia, que mermó al equipamiento, Ametller se quedó con casi la mitad del recinto sin pasar por concurso y al límite de los pliegos de la concesión.
Todo ello se fraguó en el pasado reciente, desde 2015, y Vallès, alcalde desde 2023, debe averiguar qué ocurrió y, en el supuesto de que persistan las irregularidades y haya margen para subsanarlas, iniciar los trámites para ello. Bien que dejó sin titubear su carrera de periodista en 2019 para meterse en las listas de Junts; con la vara de mando, debe demostrar esa vocación.
Porque, antes que alcalde, Vallès fue director del TOT Sant Cugat durante 26 años. También lo fue del Diari de Sant Cugat (2000-15) hasta su cierre. En sus inicios, desarrolló su carrera en Ràdio Sant Cugat y dirigió la revista Món Sant Cugat. Asimismo, ha publicado algunos libros. Ahora tiene la oportunidad y la función de ser protagonista de esta historia.