Jaume Sabater
El empresario Jaume Sabater ha demostrado que no sólo sabe del sector inmobiliario -pasó por la Banca Privada Edmond de Rothschild y cofundó Stoneweg, su empresa actual-, sino que tiene sensibilidad suficiente para el arte. La inversora de la que es consejero delegado y presidente del consejo intentó que Barcelona tuviera una subsede del Museo Hermitage, pero la exalcaldesa Ada Colau lo vetó.
Tras ello, Stoneweg no se amilanó y siguió con la compra del Palau Martorell, en Ciutat Vella, que ya ha reabierto como centro expositivo de alta calidad. Y la antigua fábrica Godó i Trias de L'Hospitalet de Llobregat, en proceso de reconvertirse en nodo cultural.
Pero el gran proyecto de la inversora está por llegar: será el Museo Carmen Thyssen Barcelona, el tercer gran centro de exposición de arte de la colección de la familia Thyssen-Bornemisza. Se ubicará en el antiguo Cine Comedia del Paseo de Gracia, cuyo cierre en abril de este año provocó un pequeño seísmo en el sector cultural de la Ciudad Condal.
Ahora, el icónico edificio cuenta con un nuevo inversor que lo devolverá a la vida. Stoneweg ha apostado por esta ubicación premium para abrir la pinacoteca de la colección Thyssen en la capital catalana.
Y ello supone una magnífica noticia, no sólo para la urbe, sino para toda Cataluña. Cuando los gestores turísticos citan el turismo de calidad, también recuerdan que se debe crear producto acorde a ese nivel. Y este futuro equipamiento lo será.
En el terreno cultural local, Barcelona ganará un espacio museístico y saldrá de la cierta atonía en este segmento en la que se había sumido en los últimos años. Así pues, la valentía de empresarios como Jaume Sabater es digna de celebrar.