Eduard Sallent
Los datos del último balance de criminalidad correspondiente al primer trimestre de 2024 permiten confirmar un tímido descenso de algunas tipologías criminales en Cataluña con respecto al mismo periodo del año anterior.
Así, los homicidios, los robos con fuerza en el interior de domicilios y los hurtos (la actividad ilícita que ha traído más de cabeza a los Mossos d'Esquadra) han logrado mejorar los resultados. No obstante, el destacado incremento de los ciberdelitos (+17,8%), el tráfico de sustancias estupefacientes (+11,2%) o algunos delitos contra la libertad sexual (+5,6%) imposibilitan revertir el balance de criminalidad del primer trimestre, que concluye, de nuevo, con un incremento total de la delincuencia en Cataluña en un 5%.
Por ello hay que felicitar la labor de los cuerpos policiales, especialmente de los Mossos d'Esquadra, que acumulan el grueso de las competencias en Cataluña. Sin embargo, de nuevo, la ciberdelincuencia sigue siendo la asignatura pendiente de la policía catalana.
Luchar contra "un enemigo invisible", amparado por la seguridad y el anonimato que otorga internet, es muy complicado. Por eso resulta necesario invertir en ciberseguridad y apostar por formar a los agentes para que puedan perseguir, con más recursos, a estos entramados criminales que, desde cualquier lugar del mundo, se dedican a cometer todo tipo de ciberestafas con graves perjuicios para los ciudadanos de nuestro país.
Y es que durante los primeros tres meses del año, esta tipología delictiva es, con diferencia, la que ha vivido el mayor incremento en Cataluña, pasando de los 17.210 hechos denunciados en 2023 a los 20.420 en 2024, lo que supone en un aumento del 17,8%