Juan José Omella
Noticias relacionadas
El Arzobispado de Barcelona tiene todo el derecho del mundo a poner en valor su patrimonio. Le asiste el derecho a transformar un espacio de culto en una facultad de Medicina.
Eso sí, el gobierno metropolitano ha obrado concitando poco consenso, como atestigua la oposición al proyecto, que ahora se plasma en más de 9.300 firmas contra el mismo.
Los detractores esgrimen argumentos razonables, como la interrupción de la labor pastoral, o la destrucción de un vitral de cristal, el mayor de sus características en Cataluña.
De nuevo, y como en ocasiones anteriores, el gobierno eclesiástico ha tenido poca mano izquierda a la hora de abordar una iniciativa: ya pasó con el proyecto de tanatorio en Sant Gervasi. Con ello, ha provocado una corriente de rechazo de la que aún no se han visto los últimos capítulos.