Víctor Grífols Roura
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Tras medio siglo de trayectoria en la compañía fundada por su padre, Víctor Grífols Roura abandona el consejo de administración de la empresa que lleva el apellido familiar y que ha gobernado como primer ejecutivo durante 35 años, hasta que en 2022 decidió dar un paso atrás. Y no puede negarse que la Grifols que comenzó a liderar allá por la década de los 80 poco o nada tiene que ver con la actual.
En pleno siglo XXI, Grifols es una referencia mundial en el segmento de los hemoderivados, con destacada presencia en Norteamérica, Asia y Europa. Ni en los sueños más optimistas del fundador, Víctor Grífols i Lucas, se dibujaba una compañía valorada en cerca de 10.000 millones de euros, cotizada en Nueva York y con centros de producción en medio mundo.
Sin embargo, la herencia de Grífols Roura también incluye un balance apalancado en exceso, que ha provocado la salida masiva de los inversores y la presión de los mercados. Este escenario ha terminado por apartar a la familia de los mandos ejecutivos de la empresa, consecuencia de la falta de visión para profesionalizar la gestión cuando debió hacerse. Un entorno hostil que también está ocasionando dificultades financieras personales a la familia debido al castigo de notables dimensiones sufrido en los mercados, implacables con las gestiones erráticas.